-¿Cuáles son los principales problemas que han observado como empresa durante esta crisis?

-El principal problema ha sido la bajada en ventas de miel, ya que los restaurantes y hoteles a los que les servimos han dejado de funcionar. También hacemos regalos para celebraciones, del tipo bodas, bautizos, comuniones, reuniones, etc.; y en todos estos segmentos de mercado también ha caído la venta. Todo ello en un contexto en el que el sector apícola en general venía atravesando una situación complicada desde antes de esta crisis sanitaria, por el descenso en la cosecha debido a las condiciones meteorológicas y a enfermedades que afectan a las colmenas, y la llegada de producto desde el extranjero y los sucedáneos de la miel de peor calidad.

- ¿Qué medidas han adoptado para hacer frente a la crisis sanitaria?

-Todo el personal tiene como obligación el uso de mascarilla, las cuales se las facilita la empresa. Por otro lado, hemos tenido cerrada la empresa a visitas y a posibles clientes, y la distancia de seguridad se ha ampliado en nuestras instalaciones.

- ¿Qué piden a las administraciones para volver a la nueva normalidad?

-Nosotros ponemos medidas extras a lo que nos exige la Administración y las autoridades sanitarias. Ante una crisis sanitaria de esta magnitud, les diríamos a las administraciones que todas las medidas que tomemos son pocas. Por ejemplo, en nuestro caso también todos los envíos por paquetería se desinfectan con agua y lejía al 10%.

- ¿Por qué hay que consumir productos cordobeses y qué valores destacaría de la agricultura y ganadería cordobesa?

-Tenemos que consumir productos de Córdoba porque de esta forma fijamos la población dentro de nuestros pueblos. De otro modo, todos estos espacios quedarán despoblados. Por otro lado, el consumo de miel de Origen Córdoba hace posible que los apicultores sigan trabajando con sus colmenas dentro de los parajes naturales, favoreciendo la polinización de muchas plantas y haciendo posible que las redes tróficas de estas zonas sigan siendo buenas y no existan desequilibrios. En Córdoba, más de la mitad de municipios cuentan con actividad apícola, y los parques naturales de Hornachuelos, las Sierras Subbéticas, la Vega, Los Pedroches y Cardeña-Montoro, como es en nuestro caso, son las zonas en las que se concentran la mayoría de las explotaciones.