La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha ampliado de 24 a 35 las zonas designadas como vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario, recogiendo en la actualidad un total de 47 municipios de la provincia de Córdoba. Con esta ampliación se incorporan once nuevas zonas respecto a la última actualización en Andalucía, fruto de una revisión y ampliación de estas en base al cumplimiento de la directiva comunitaria de protección de las aguas contra la contaminación producida por estos nitratos empleados en la agricultura.

La mayor parte de la provincia de Córdoba se encuentra calificada de zona vulnerable al existir 47 municipios. Así, en Córdoba hay zonas vulnerables por contaminación en Adamuz, Almodóvar, Bujalance, La Carlota, El Carpio, Fuente Palmera, Guadalcázar, Hornachuelos, Montoro, Obejo, Palma, Pedro Abad, Posadas, La Rambla, Santaella, Villa de Río, Villafranca y Córdoba, en el Valle del Guadalquivir. Asimismo, también presentan lugares vulnerables los de Aguilar, Cabra, Castro, Espejo, Lucena, Montalbán, Montilla, Moriles, Puente Genil y Santaella, en la zona 5 (Vega de Antequera y Archidona). En el caso de la zona 17 (cuenca del embalse de La Colada) se incluyen Alcaracejos, Belalcázar, Dos Torres, Fuente la Lancha, Hinojosa del Duque, Pedroche, Pozoblanco, Torrecampo, Villanueva del Duque, Villaralto y El Viso. Por último, en la zona 29 (Priego-Almedinilla), están Almedinilla, Baena, Cabra, Doña Mencía, Luque, Nueva Carteya, Priego y Zuheros.

La Junta ha indicado en una nota de prensa que la actualización ha supuesto un incremento en la superficie declarada de 636.400 hectáreas, pues se pasa de 1.600.000 a 2.236.400 hectáreas. En términos relativos, el aumento afecta al 7,2% del territorio andaluz, mientras que en total un 25% de su superficie deberá aplicar el programa de actuación de Andalucía. Según indica la Junta, esta ampliación se debe a las obligaciones que establece la directiva de nitratos, donde se determina la necesidad de modificar o ampliar las designaciones de zonas vulnerables al menos cada cuatro años, a fin de tener en cuenta cambios y factores no previstos en el momento de la designación previa.

En este sentido, las nuevas evidencias de contaminación por nitratos de origen agrario en aguas superficiales y subterráneas en zonas no consideradas previamente como vulnerables, han motivado la aprobación de una nueva orden que modifica la designación inicial recogida en el decreto 36 del 2008.