En una campaña 2019-2020 con precios razonables, recuperando mercado en Europa y con un volumen inferior en la producción en torno a un 20%, el tejido citrícola requiere un análisis que pueda dar respuesta al agricultor, según Palmanaranja.

Para Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja Valencia, las exigencias productivas en Europa son muy fuertes. Además, afirmó que «estamos preocupados ante la firma de la UE con países terceros». Añade que, «además, hemos perdido el mercado en Rusia». Ante los vaivenes de precios de una campaña a otra dijo que «tendremos que decidir si sacrificar producción, estar en cooperativas, organizaciones, pero todos estamos en el mismo barco». Urbano Caballo, presidente de la Asociación Española de Lonjas y Mercados de Origen, manifestó la obligación de unir la parte productora, la oferta, y defendió la importancia de la información «para conseguir la trazabilidad». Al mismo tiempo, indicó que «sería necesario crear mesas de productos elaborados, conocer estas cotizaciones», algo en lo que se está trabajando y «es complicado». Antonio Díaz, presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba, subrayó las importancia de las lonjas como uno de los pilares fundamentales para el comercio, como herramienta de orientación.

E Ignacio Fernández de Mesa, presidente de Asaja-Córdoba, afirmó que, ante la globalización, el reto es la competitividad y que «países de África están en Europa con más facilidad que nosotros». Reclamó más coordinación en mercados y subrayó la sostenibilidad ambiental del cultivo. En este sentido, recordó un estudio de Asaja con la UCO que arrojó que las plantaciones de naranjos en Andalucía consumen anualmente el CO2 de 400.000 turismos. E.M.