La Sociedad de Cazadores y Club Peña el Coto, la Fundación Artemisan, la delegación provincial de la Federación de Cazadores de Córdoba y el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera han presentado el proyecto 'Framework: potenciando la biodiversidad'. Serán 11 los estudios piloto, a nivel europeo, donde se fomentan la mejora en las prácticas agrícolas, que favorecen a las especies de la zona y que servirán de ejemplo a otros agricultores.

Carmen Flores, la alcaldesa de Aguilar, aseguraba que era un interesante proyecto que «va a repercutir en la agricultura sensible a la biodiversidad», donde también se implican a agricultores. Francisco Cano, de la delegación provincial, agradecía al Ayuntamiento, la sociedad de cazadores y a los agricultores, por la realización de este proyecto que calificaba como «muy importante» para la caza y para el campo, en general, que también irá «en beneficio de recuperar la perdiz roja». Cristóbal Reina, presidente de la asociación de cazadores aguilarense, declaraba que este proyecto «es un orgullo», puesto que «es un proyecto europeo y hay un solo proyecto en España y ese proyecto viene a Aguilar de la Frontera». Reina mencionaba que se trata de recuperar la biodiversidad, la cubierta vegetal y donde los agricultores tendrán un papel esencial. Manolo Olmo, concejal de medioambiente, felicitaba a los implicados puesto que «participar en un proyecto europeo de esta envergadura, es complicado» y calificaba el proyecto como innovador e interesante.

Gonzalo Varas, técnico de la Fundación Artemisan, explicaba que es un proyecto que «pretende potenciar la biodiversidad» y tiene por objetivo diseñar y desarrollar un nuevo método de agricultura alternativa denominada “Agricultura Sensible a la Biodiversidad”.

FOMENTANDO LA BIODIVERSIDAD

Intervienen 3 agentes: los agricultores, la sociedad de cazadores y la fundación Artemisan. Gonzalo Varas comentaba que se pretende crear «una plataforma de conocimiento». El proyecto se basa en un grupo de agricultores avanzados, que van a poner en práctica una serie de medidas con la finalidad de potenciar esa biodiversidad. Ya hay una serie de agricultores comprometidos a participar y se trabajará, sobre todo, en las cubiertas vegetales. Bases de insectos, pero también favorables contra la erosión del suelo.

Este proyecto tiene una duración de 5 años y comenzó el pasado octubre, para implementar la gestión del medio agrícola que sirva para incrementar la biodiversidad del territorio, sin perjudicar el rendimiento económico de los agricultores. La fundación Artemisan será el agente facilitador y realizará la monitorización de las actuaciones. Varas explicaba que «somos el nexo de unión, en el proyecto europeo, de los trabajos que se van a realizar aquí». Asimismo, detallaba que a mediados de 2020 se hizo público un informe del Tribunal de Cuentas Europeo en el que afirmaba que la Política Agraria Comunitaria (PAC), «no ha sido eficaz de frenar la pérdida de biodiversidad». De esta forma el proyecto se plantea para revertir las últimas tendencias y plantea un nuevo modelo alternativo, para favorecer los servicios ecosistémicos.

La Fundación Artemisan llevará a cabo la monitorización de las actuaciones, principalmente supervisando las actividades de gestión de la biodiversidad, así como la implementación, el seguimiento y la evaluación de las mismas, ayudando a que los agricultores lleguen a realizarlo por ellos mismos.

El coto experimental cuenta con dos zonas de estudio, de unas 350 ha. Una donde se realizarán las actuaciones agrícolas, en la zona del Cortijo El Madroño y otra zona que actuará como zona de control. Ambas se estudiarán para seguir los resultados de las medidas aplicadas y su comparación cómo «las medidas aplicadas son efectivas en la zona de actuación»