La apuesta por la reducción del uso de bolsas de plástico es ya una tónica general entre las administraciones y sectores como el comercio, impulsada también por la normativa que establece la necesidad de un mayor porcentaje de plástico reciclado en las que se utilizan. En este marco, y coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos -celebrado el pasado lunes-, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta presentaba la campaña Stop bolsas de plástico, que busca concienciar a la ciudadanía sobre los efectos que estos productos pueden tener en el medio ambiente.

La consejera del ramo, Carmen Crespo, resaltó la importancia, por un lado, de utilizar cada vez menos plásticos en la vida diaria y, por otro lado, de evitar que elementos de este material se desechen en lugares inadecuados, como es el caso de ríos y mares, masas de agua que son «sumidero de CO2 al absorber alrededor del 30% del dióxido de carbono que producen los seres humanos, por lo que es importante cuidar un ecosistema tan productivo y con tantas posibilidades» para Andalucía.

Entre otras consideraciones, la citada campaña recuerda las consecuencias que pueden tener las bolsas de plásticos sobre los animales acuáticos, que pueden llegar a asfixiarse si se enredan en ellas, y entre otros mensajes esta campaña lanza la idea de que Tu bolsita de plástico asfixia nuestro futuro.

Carmen Crespo recordó el carácter pionero de la Comunidad Autónoma andaluza en cuanto a la reducción del uso de bolsas de plástico de un solo uso ya que, a pesar de que la fecha establecida para su eliminación en España es el próximo día 1 de enero del 2021, «Andalucía se adelantó a la normativa nacional y propuso dejar de utilizarlas en los comercios desde el inicio del 2020», indicó la consejera.

En esta línea, el sector comercial cordobés es ejemplo de reducción en el uso de bolsas de plástico, y son muchas las empresas y establecimientos que están yendo más allá de lo que exige la normativa regional y nacional. Entre ellas, la cadena de supermercados Deza Calidad, empresa familiar cordobesa con más de 50 años de historia, que continúa con su plan de reducción de plásticos, ya que desde hace meses todos sus establecimientos han ido sustituyendo las bolsas de salida de plástico -las que ya por ley se venden a los clientes para guardar su compra- por bolsas de plástico reciclado en un 80%.

También otras firmas cordobesas del sector se están anticipando a lo que determina la normativa al respecto, y con un porcentaje mayor de plástico reciclado de lo que marca el Real Decreto 293/2018, de 18 de mayo, sobre reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el Registro de Productores, que en el caso de las denominadas bolsas no ligeras, con un espesor igual o superior a las 50 micras, establece que deben tener un porcentaje entre un 50% y un 70% de plástico reciclado.

Asimismo, el comercio cordobés también está incorporando progresivamente las bolsas de papel, y las denominadas compostables, es decir, bolsas que se descomponen y se tiran al contenedor verde. Todo ello antes de lo que exige la ley, que para el año que viene prohíbe la entrega al consumidor de bolsas de plástico ligeras y muy ligeras, excepto si son compostables.

De hecho, la consejera de Agricultura recordaba esta semana que el pasado mes de marzo el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) firmaron un protocolo general para la puesta en marcha de medidas alternativas al uso de bolsas de plástico ligeras y muy ligeras de un solo uso.

En el marco de la citada campaña Stop bolsas de plástico, Carmen Crespo animó a la ciudadanía a sumarse a la «revolución verde de la Junta, y a reducir el uso de bolsas de plástico».

Además, y en relación a la situación actual provocada por la crisis sanitaria del covid-19, también recordó la necesidad de eliminar mascarillas y guantes en los depósitos adecuados.

Sobre estos productos de higiene que se están empleando actualmente en gran medida para evitar la propagación del coronavirus, la consejera insistió en que si no se eliminan correctamente «también produce dificultades al medio ambiente».