Los dirigentes de Vox están exultantes y no terminan de creerse que sean la llave para el Gobierno en Andalucía, aunque ayer dejaron claro que si de ellos depende habrá vuelco. «Somos el partido del cambio verdadero; si no es por Vox habría sido otra vez lo mismo», proclamó ayer Francisco Serrano, candidato de Vox a la presidencia de la Junta.

Tanto él como su jefe de filas, Santiago Abascal, insistieron en que «nunca» serán un «obstáculo» para formar esa mayoría alternativa en la comunidad y acabar con el «régimen clientelar, la corrupción socialista y el comunismo chavista que estaba dirigiendo la política en estos momentos». Pero conscientes de sus 12 escaños, insisten en que deberán ser los otros, PP y Cs, quienes muevan ficha y les trasladen esas intenciones de un cambio que quieren extender al resto de territorios en las próximas citas electorales. Y ya avisan. «En breve habrá diputados de Vox en el Parlament».

El comité ejecutivo nacional de Vox se reunirá mañana en Madrid para analizar posibles movimientos en Andalucía, donde no tienen siquiera estructura. El partido también quiere dejar pasar estos días para conocer las intenciones de PP y Cs, que aún no se han puesto en contacto con él. «¿No son tan constitucionalistas? Pues que nos llamen, porque no hay partido que defienda la Constitución más que nosotros», afirman fuentes del partido de ultraderecha, que conceden que el resto de fuerzas tal vez no esperaban que Vox tuviera un papel tan decisivo para la formación de un Gobierno alternativo al socialismo, y ahora están «replanteándose el escenario».

Tanto Serrano como Abascal insisten, en este sentido, en que su único compromiso y pacto es con los 400.000 andaluces que han depositado su confianza en ellos. No concretan las posibles condiciones, aunque dejan claro que pondrán sobre la mesa su programa electoral. «No hemos venido a investir a unas siglas, sino a defender unas ideas», señalaron. Un programa del que destacaron como líneas maestras la reducción de impuestos, la supresión del modelo autonómico «que ha fracasado», la libre elección de colegio, la expulsión de inmigrantes ilegales... También la derogación de «leyes ideológicas» como la de violencia de género o la de memoria histórica. «Esas son las condiciones que hemos firmado con los andaluces», reiteró el líder de Vox.

ECO EN EL RESTO DE ESPAÑA / Abascal concede que estos resultados tendrán una repercusión en el resto de España porque «anticipan el crecimiento del partido» en un territorio más amplio. «Se acabó el chantaje del voto útil», le lanzó a Pablo Casado (PP), insistiendo en que aprovecharán la «posibilidad» de desalojar «al comunismo y al chavismo», en alusión al Gobierno socialista de Pedro Sánchez apoyado por Unidos Podemos. Para el líder de los morados, Pablo Iglesias, tuvo las palabras más duras de su intervención, responsabilizándole de «las amenazas e insultos» que han vivido en las últimas semanas y especialmente en la noche electoral alentando un frente «antifascista».

CIERRE DE CANAL SUR / Vox recoge en su programa electoral sustituir el Plan de Empleo Rural (PER) «por un verdadero programa orientado a reducir el desempleo en el campo andaluz», el cierre de Canal Sur y suprimir agencias, observatorios e institutos autonómicos «superfluos», lo que denomina como «administración paralela».

Entre ellos, cita la Agencia Andaluza de la Competencia; la Agencia IDEA, el Instituto Andaluz de la Mujer; el Instituto Andaluz del Flamenco; el Instituto Andaluz de la Juventud; el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y el Instituto Andaluz de Investigación Agraria, según se recoge en el programa electoral con el que VOX ha concurrido a las elecciones andaluzas, titulado Andalucía por España.

En el citado documento, recogido por Europa Press y que cuenta con seis páginas, se precisa que el ahorro de gasto público conseguido con la supresión de estos entes no se trasladará a otras partidas del presupuesto, «sino que se descontará de la presión fiscal a los andaluces», que pretende aligerar.