El PP ha empezado la 'operación blanqueamiento' de Vox. Los de Pablo Casado están decididos a pactar con los 12 diputados que la ultraderecha ganó en las elecciones andaluzas y los 21 de Ciudadanos para que Juanma Moreno pueda ser presidente de la Junta. Para conseguirlo están intentando alejar cualquier imagen de Vox que pueda recordar a la de los radicales de otros países. Fuentes de la dirección de Génova niegan que el nuevo partido sea equiparable a Alternativa para Alemania (AfD), en torno a la cual la cancillera, Angela Merkel, ha trazado un cordón sanitario para no pactar con ellos nada y hacerles el vacío. Una estrategia diametralmente opuesta a la del PP en España. Casado, según esas fuentes, nunca se ha planteado dejar al margen al partido de Santiago Abascal (exdirigente del PP vasco y "amigo" suyo) porque Vox "no tiene nada que ver" con AfD.

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El sucesor de Mariano Rajoy no ha escuchado a Vox que quiera derogar la ley de violencia de género y solo quiere "ir contra las denuncias falsas", explican en Génova. Sin embargo, Abascal ha vuelto a reclamar la anulación de esa norma esta misma mañana en su comparecencia en Sevilla y lo dejó escrito en el programa electoral. La cúpula del PP tampoco ve un problema en que los ultras pidan construir un muro en Ceuta y Melilla, porque en estos momentos hay ya una valla con concertinas. Y los populares destacan que Vox no habla de salir de la Unión Europea, como sí defendieron los radicales del UKIP en el Reino Unido.

Casado, que ha reunido esta mañana en la sede de Madrid a su comité ejecutivo nacional con los principales dirigentes de toda España, ha rechazado que el PSOE le diga "qué es la radicalidad" en referencia a la formación de Abascal, porque el Gobierno de Pedro Sánchez se apoya "en el partido más radical de la democracia española", en referencia a Podemos. El líder del PP ha dicho que se niega a que la izquierda le hable desde la "superioridad moral" y defina a Vox "como partido peligroso" cuando Podemos "ha defendido la historia criminal etarra", habla de Arnaldo Otegi "como hombre de paz" y "defiende la dictadura de [Nicolás] Maduro [presidente de Venezuela]".

Llamadas a Abascal y Rivera

El presidente de los populares habló anoche con Abascal y con el máximo dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera, para iniciar los contactos que puedan acabar en la investidura de Moreno como presidente de la Junta. Según Casado, con Vox puede encontrar puntos de acuerdo en impuestos, el respaldo de las fuerzas de Seguridad y la defensa de la unidad nacional. "Ahora, la supresión de las autonomías evidentemente es algo por lo que el PP no va a pasar", ha añadido.

El líder conservador ha comparecido ante la prensa con Moreno y ambos han animado a Rivera y su candidato, Juan Marín, a permitir que el PP presida la Junta al ser la formación más votada del bloque de derechas con 26 escaños. Según Moreno, los andaluces "no perdonarían un ejercicio de tacticismo político o de ombliguismo", en referencia a la posibilidad de que Cs quiera cerrar un acuerdo con el PSOE y Adelante Andalucía, y al margen del PP.

El resultado de las andaluzas, aunque haya supuesto la pérdida de siete escaños y más de 300.000 votos para los populares, ha supuesto un revulsivo en Génova, donde no se había llegado a fantasear con acabar con 36 años de socialismo en esa comunidad con Moreno de presidente. "Estamos como una moto", ha exclamado Casado en rueda de prensa antes de anunciar que va a intentar aprovechar el impulso y nombrar ya esta misma semana a algunos candidatos a las elecciones municipales y autonómicas que tenía pendientes. Entre ellos se encuentran los dos de Madrid y el 'alcaldable' de Barcelona, aunque no quiso concretar si esos nombres se incluirán en este primer ciclo de nombramientos o deberán esperar a enero.