El PP y Cs expusieron ayer sus primeras intenciones en Andalucía, donde, a pesar de haber sido segunda y tercera fuerza, pretenden gobernar mediante pactos, en los que Vox desempeñaría un papel destacado, por detrás de un PSOE que a nivel nacional abre la puerta a la dimisión de Susana Díaz, aunque su ejecutiva regional la ha ratificado.

El día después de las elecciones autonómicas dejó claro que el panorama político andaluz no será fácil de despejar, ya que los diferentes actores quieren su papel protagonista y no están dispuestos a ceder ni a mostrar sus cartas desde el primer momento.

La dirección federal del PSOE abrió ayer la puerta a la dimisión de Díaz al frente de los socialistas andaluces si fuera necesario para garantizar la gobernabilidad de Andalucía, una posibilidad que cerró la presidenta en funciones de la Junta, que recibió la confianza de le Ejecutiva regional del partido.

«Todos tenemos muy asumido que nuestro papel está subordinado al éxito de nuestro proyecto político y con generosidad todos estamos a disposición de la organización», dijo el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Sin embargo, Susana Díaz, en una comparecencia ante los periodistas, sostuvo que ha ganado las elecciones, que quiere formar gobierno y que habría dimitido si hubiera perdido.

EL SILENCIO DE SÁNCHEZ / La intención de Díaz es que Cs apoye al PSOE y para ello se pondrá en contacto con todos los partidos constitucionalistas, entre los que no incluye a Vox, al que sitúa «en la extrema derecha».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evitó hacer declaraciones en Polonia sobre el resultado, y su único comentario público al respecto fue un tuit en el que se ratifica en su proyecto político frente al miedo.

EL PP SE ACERCA A VOX / El líder del PP andaluz, Juanma Moreno, instó a la socialista a que no se agarre a «un clavo ardiendo» buscando «pactos imposibles» porque su tiempo en Andalucía «ha pasado», y pidió a Ciudadanos y a Vox que no estén pensando en «cálculos electorales» y se avengan a pactar con él.

Moreno confía en «entenderse» con Ciudadanos porque los andaluces «no perdonarían un ejercicio de tacticismo político o de ombliguismo» y también considera que están capacitados para llegar a «un punto de encuentro» con Vox.

En esa misma línea, el líder del PP, Pablo Casado, reclamó a los demás partidos que no busquen algún tipo de «geometría electoral variable» para evitar que sea su partido el que lidere el cambio.

CS EXIGE RESPONSABILIDAD / Por su parte, el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, pidió al PP y al PSOE que sean «responsables» y no bloqueen un cambio en Andalucía, aunque en última instancia, si no hay un acuerdo, no descartó «ningún escenario», incluida la opción de Vox, para que gobierne el candidato naranja, Juan Marín.

Cs pone sobre la mesa un gobierno en solitario con apoyo del PP y del PSOE y solo cierra la puerta a la posibilidad de que gobiernen los socialistas.

El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, emplazó a Díaz a plantearse «poder apoyar» un gobierno de su partido, al que tras los resultados electorales ve «legitimado» para presidir Andalucía.

Ante la posibilidad de un pacto, el presidente de Vox, Santiago Abascal, aseguró que su formación «nunca» va a ser un «obstáculo» para que haya en Andalucía una mayoría alternativa y recalcó que, si depende de ellos, se acabará con el «régimen de corrupción y clientelismo que representa el PSOE».

RODRÍGUEZ PIDE AUTOCRÍTICA / Por su parte, Adelante Andalucía considera que han «resistido» pero no han «cumplido» y ha descartado cualquier tipo de pacto con otras fuerzas políticas porque el escenario actual es que Ciudadanos y el PP diriman «quién gobierna con el apoyo de Vox».

Anticapitalistas, la corriente de Podemos a la que pertenece la líder andaluza Teresa Rodríguez, exigió a la dirección de Pablo Iglesias que desconvoque las primarias para elegir las listas a las elecciones generales y acometa una «reflexión critica urgente» tras el resultado de los comicios andaluces.

Militantes críticos con la actual dirección de IU consideran que los resultados de las elecciones andaluzas demuestran el «fracaso» de la estrategia electoral del líder de la formación política, Alberto Garzón, al que han pedido que asuma responsabilidades y ponga su cargo a disposición del partido.