Las 'utilities' alemanas E.On y RWE han llegado a un acuerdo durante el fin de semana para llevar a cabo un intercambio de activos valorado en unos 20.000 millones de euros que supondrá una profunda reestructuración del sector energético germano, incluyendo el traspaso de la propiedad del 76,8% de Innogy, filial de renovables de RWE, a su competidora, que lanzará una OPA sobre el resto de la compañía en poder de accionistas minoritarios.

Las acciones de ambas compañías energéticas celebraban el acuerdo con fuertes subidas en la Bolsa de Fráncfort, donde los títulos de RWE ganaban en la apertura el 11,25% y los de E.On se anotaban un alza del 5,87%. La operación, que requiere aún del visto bueno de los consejos de administración ambas empresas, así como de las autoridades de competencia, contempla la entrega del 76,8% de Innogy a E.On a cambio de una participación del 16,67% en la propia E.On, que llevará a cabo una ampliación de capital del 20%.

TRANSFERENCIA DE ACTIVOS

En el marco de la transacción, E.On transferirá a RWE la mayor parte de su negocio de renovables, así como su participación minoritaria en PreussenElektra, en las centrales nucleares de Emsland y Gundremmingen, operadas por RWE, que recibirá también todo el negocio de renovables de Innogy, además de los activos de almacenaje de gas y la participación de Innogy en la austriaca Kelag.

La operación, que se llevará a efecto con el pasado 1 de enero de 2018 como punto de partida económico contempla también el pago en efectivo de 1.500 millones de euros por parte de RWE a E.On.

OFERTA PÚBLICA

E.On se ha comprometido a lanzar una oferta pública y voluntaria de adquisición de acciones para la compra de los títulos de Innogy en poder de minoritarios, con un valor total de 40 euros por acción, incluyendo el pago de 36,76 euros en efectivo y la entrega de los dividendos de Innogy de 2017 y 2018, que se estiman en 3,24 euros. RWE no tomará parte en la oferta.

Por otro lado, Innogy anunció este lunes que en 2017 obtuvo un beneficio neto distribuible de 889 millones de euros, cifra semejante a la del año anterior, mientras sus ingresos crecieron un 5%, hasta 11.946,6 millones de euros. Innogy tiene intención de invertir anualmente entre 2.000 y 2.500 millones de euros, mientras seguirá examinando regularmente sus costes con el objetivo de convertirse en una compañía más ágil y seguir siendo competitiva.