El plan para llevar agua potable a Trassierra está pendiente de la firma de un convenio con la Junta. Así se puso ayer de manifiesto en el consejo de administración de Emacsa, que aprobó los presupuestos para el 2020, que, tal y como adelantó este periódico, incluyen inversiones por valor de 21,3 millones, entre las que se encuentran los 600.000 euros que aportará la empresa municipal de los 1,1 millones necesarios. La iniciativa consiste en llevar el abastecimiento a Trassierra y el bombeo del agua residual desde allí a la estación depuradora.

Tras el consejo, los grupos municipales de Podemos y de IU aseguraron que en el mismo quedó claro que es difícil que la inversión se realice el año próximo por la falta del convenio. IU recordó que el proyecto ya iba incluido en los presupuestos del 2018 y del 2019 y que en el anterior mandato, en el que gobernó junto con el PSOE (que estaba al frente de Emacsa), el convenio se envió a la Junta, pero, que esta, tras el cambio de gobierno, «lo ha paralizado» para revisarlo, por lo que si da el visto bueno este año, aún queda «montar el expediente y licitar la obra».

A pesar de la falta del convenio, el gerente de Emacsa, Rafael Serrano, se mostró convencido de que en el 2020 podrán comenzar las obras «por el impulso que desde la Junta se quiere dar al proyecto».