El plan de choque que tiene prácticamente acabado el gobierno local, y que adelantó este periódico, ha logrado ya, además del respaldo de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), el apoyo del sindicato CCOO y del grupo municipal Vox. Sin embargo, el plan que pretende hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus, cuenta con el rechazo del resto de los grupos de la oposición, que este miércoles censuraron que no cuenta con el consenso que se pretendía. El plan tampoco ha logrado el apoyo de UGT, que hace un par de semanas dio por rota la concertación social.

El grupo municipal Vox, que ha sido clave tanto para que las ordenanzas del 2020 salgan adelante como para que los presupuestos se aprueben, muestra su satisfacción por la incorporación «del 100% de nuestras propuestas», aunque ha solicitado algunas matizaciones, entre ellas, que se especifiquen las dos fases de reparto de ayudas de emergencia que había propuesto. De esa manera, en una primera fase se repartiría el 80% del presupuesto para llegar al máximo número de familias y se dejaría para una segunda el resto con el fin de volver a conceder ayudas otra vez a quien lo necesite. La portavoz de Vox, Paula Badanelli, asegura que tiene «el compromiso» del gobierno local «de revisar el plan e ir adaptándolo» a las necesidades que vayan surgiendo. De hecho, habrá una comisión de seguimiento. A su juicio, es «urgente que se ponga en marcha».

En cambio, el resto de los grupos de la oposición siguieron mostrándose críticos ayer con la manera en la que se está abordando la elaboración del plan. El PSOE criticó al alcalde, José María Bellido, por no haber hecho «el esfuerzo» de tener un plan de choque a tiempo y consensuado. Su portavoz, Isabel Ambrosio manifestó que lo que se ha facilitado hasta el momento a la oposición no es un plan de choque, sino «una enumeración de medidas superpuestas y que, por supuesto, no servirán para lo que están pensadas este tipo de estrategias, paliar el primer impacto de la pandemia». El PSOE considera que el papel dado a la oposición ha sido «secundario» y recuerda que hizo llegar sus propuestas al gobierno local el 30 de abril.

Por su parte, el portavoz de IU, Pedro García, tiene claro que el alcalde y su equipo «no quieren que los grupos de la oposición participemos en lo que debería ser una herramienta fundamental para la ciudad», ya que solo ha dejado un día para hacer aportaciones a un documento que está ya prácticamente cerrado. Para IU, esto «demuestra que la intención del gobierno municipal de recoger las propuestas de la oposición es nula».

La portavoz de Podemos, Cristina Pedrajas, piensa que «el modus operandi del gobierno local» se «vuelve a repetir en la participación nula o escasa que fomenta el señor alcalde a la hora de llegar a acuerdos con la oposición y los agentes sociales, tanto en formas como en tiempos». A su juicio, es «un plan de choque impuesto unilateralmente y sin margen de maniobra».

Al igual que Vox, CCOO mostró su satisfacción con el plan, cuya rúbrica aprobó ayer la dirección del sindicato. Su secretaria general, Marina Borrego, dijo que ahora «es más necesaria que nunca la responsabilidad y la unidad para afrontar esta situación tan excepcional», por lo que reclamó a los agentes sociales y económicos, así como a los políticos, «la misma unidad que exigimos a nivel andaluz y estatal porque todos tenemos que arrimar el hombro y no valen las disputas». CCOO valora de forma positiva que se establezca una línea de ayudas para las empresas que han realizado un ERTE y que mantengan el mismo número de trabajadores que tenían antes de la crisis. «Creemos que es oportuno que el Ayuntamiento ‘penalice’ fiscalmente, en la medida de sus posibilidades presupuestarias, a las empresas que estando en ERTE no vuelvan a reincorporar a todos sus trabajadores», señala

Incorporará medidas de movilidad a petición vecinal

El plan que está en fase de borrador, y al que ayer se le hicieron aportaciones, incorporará medidas de movilidad. Esa es una de las demandas vecinales que el gobierno local, que se ha reunido con Al-Zahara y con el Consejo del Movimiento Ciudadano, ha introducido en la parte dedicada a obra pública. Uno de los puntos que se suman es el de adaptar la movilidad a la nueva situación, en la que hay que mantener las distancias físicas, «favoreciendo al peatón y a los medios de transporte alternativos», pero no especifica cómo. El presidente del CMC, Juan Andrés de Gracia, señala que «es el momento de recuperar ideas».

Otra de las incorporaciones es que «se procurará la vuelta a la normalidad de la atención a la dependencia» y que las acciones comerciales que se permitan en la vía pública sean «puntuales». Los vecinos formarán parte de la comisión de seguimiento. El pleno del CMC se pronunciará el martes sobre el plan, que recoge «bastantes cuestiones» aportadas por los distritos, como el aumento de ayudas y potenciar los servicios sociales.