El Ministerio de Sanidad ha publicado en su página web una guía que orienta sobre los distintos modelos de mascarilla y cómo usarlas de forma correcta. Estas son algunas de las claves para garantizar su buen uso, dependiendo del tipo de mascarilla.

Las mascarillas higiénicas, recomendadas para las personas sanas, están compuestas por varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso. Si son reutilizables, el fabricante indicará cómo lavarla y el número máximo de lavados. A partir de ahí, no se garantiza la eficacia de la mascarilla. Las no reutilizables deben ser eliminadas después de su uso recomendado y, por cuestiones de comodidad e higiene, se suele recomendar no usar durante más de 4 horas. En caso de que se humedezca o se deteriore, es recomendable sustituirla por otra.

Las mascarillas quirúrgicas, recomendadas para quienes tengan síntomas o hayan dado positivo, pueden tener fecha de caducidad y deben venderse empaquetadas. Solo las farmacias pueden venderlas individualmente sin envasar. Estas mascarillas están diseñadas para filtrar el aire exhalado y su misión es proteger a quienes están a tu alrededor, evitando la dispersión vírica al estornudar, toser o hablar.

Deben tener un mecanismo que permita ceñirla estrechamente sobre nariz, boca y barbilla. Su duración depende de cada fabricante, pero debe cambiarse cuando se note húmeda o sucia. Por cuestiones de comodidad e higiene, se suele recomendar no usar la mascarilla durante más de 4 horas.

EL ETIQUETADO / En su etiquetado debe figurar el marcado CE, la referencia a la norma UNE EN 14683, que asegura el cumplimiento de un estándar de calidad y si son del tipo I o II (estas últimas pueden ser también resistentes a salpicaduras de sangre y otro tipo de líquidos biológicos).

En cuanto a las mascarillas epi, se venden en farmacias, establecimientos especializados y grandes superficies. Este tipo de mascarillas son Equipos de Protección Individual (epi) y se recomiendan fundamentalmente para profesionales porque crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario. También pueden estar recomendadas para grupos vulnerables.

Filtran el aire inhalado evitando la entrada de partículas contaminantes y, según su eficacia, pueden ser de tres tipos: FFP1, FFP2, y FFP3. Para la protección contra covid-19 se recomienda el uso de mascarillas EPI FFP2.

En el etiquetado debe figurar el marcado CE, seguido de cuatro números que asegura que el producto cumple con la legislación, la referencia a la norma UNE EN-149, que asegura el cumplimiento de un estándar de calidad, el marcaje NR (indica que el producto es no reutilizable) y el marcaje R (reutilizable), el tipo de mascarilla (FFP1, FFP2, y FFP3) y el filtro (P1, P2 y P3).

LAVADO Y DESINFECCIÓN / En el caso de las mascarillas reutilizables, cada fabricante explica las instrucciones de lavado y usar un método distinto al recomendado puede deteriorar el producto y, por lo tanto, perder su efectividad. Las que no son reutilizables no se pueden lavar, ya que no se garantiza que conserve sus propiedades. Tampoco se debe dar la vuelta a la mascarilla ni limpiarla en el microondas.

En el caso de las mascarillas artesanales, los materiales y métodos de confección son muy diversos y pueden no haber pasado el control de verificaciones o ensayos, por lo tanto no se garantiza su eficacia, tampoco en el caso de las gafas de buceo.