Neymar está de pega con las lesiones. En el primer partido de Brasil ante Serbia, el jugador brasileño cayó lesionado que le obligó a retirarse al banquillo. Lo hizo llorando, consciente de que estos problemas físicos pueden acabar costándole algún partido del torneo o, quizás todo el campeonato.

Con gesto serio se retiró Neymar del Brasil-Serbia tras sufrir un golpe y fue sustituido a diez minutos del final, con cara de pocos amigos.

Pudo ser precaución o no, pero Tite, seleccionador de Brasil, decidió quitar del campo al jugador del Paris Saint Germain y no correr riesgos en un Mundial que apunta a ser largo para la 'Canarinha'.

Todo ocurrió durante la segunda parte del partido contra Serbia cuando en un saltó se torció el tobillo. Siguió jugando pero, minutos después, cayó al suelo para ser sustituido de forma inmediata.

Ahora se espera que haga pruebas médicas para conocer el alcance real de la lesión. Sus lágrimas, sin embargo, no son un buen augurio.