En España hay censadas 976 personas que responden al nombre de Diego Armando, como Maradona (con una media de edad de 30 años). 885 responden al nombre de Lionel (media de 20) y 332 al de Ronaldo (de 35). El Instituto Nacional de Estadística tiene una web en la que se pueden consultar curiosidades como estas, que vienen a la cabeza cuando se repasa la lista de convocados de Ecuador, la selección que juega contra Qatar el partido inaugural de este Mundial, y se topa con dos nombres tan peculiares como estos: Romario Ibarra y Djorkaeff Raesco.

Sí, es lo que parece. Los datos que aparecen en los pasaportes de estos dos futbolistas ecuatorianos brotan de unos padres con una desbordante pasión por el fútbol y, en particular, por el Mundial: ambos nacieron poco después de que los ídolos de sus progenitores levantaran la Copa del Mundo.

Vayamos en orden cronológico. Romario Ibarra nació en Atuntaqui el 24 de septiembre de 1994. Apenas dos meses antes, el 17 de julio, Brasil había liquidado 24 años de sequía en el torneo cuyo palmarés lidera tras derrotar a Italia en la tanda de penaltis, en el Rose Bowl de Los Ángeles.

La 'canarinha' se presentó en aquel Mundial en EEUU con una de las delanteras más icónicas de las últimas ediciones, la que formaron Romario y Bebeto. El entonces jugador del Barça fue clave en la consecución de aquel título, marcando cinco goles (uno de ellos el único de la semifinal frente a Suecia) y anotando su penalti en la final.

A un ecuatoriano llamado René Ibarra le entusiasmó comprobar las prestaciones del ariete brasileño y decidió rendirle homenaje, dándole su nombre a su segundo hijo. Mediapunta o extremo izquierdo, Romario Ibarra, de 28 años, lleva el '10' en Ecuador y realiza su debut en un Mundial, tras disputar con su selección la Copa América de 2019, cuando militaba, como ahora, en las filas del Pachuca mexicano.

Empeño de padre y madre

Djorkaeff Raesco, por su parte, nació el 18 de enero de 1999 en Quito, la capital del país. Y su nombre llama todavía más la atención que el de su compañero, dado que está lejos de sonar latino. De hecho, el campeón del mundo con Francia es de ascendencia armenia.

Youri Djorkaeff, a la sombra de Zinedine Zidane, había sido seis meses antes, el 11 de julio de 1989, uno de los jugadores emblema de la Francia que consiguió como anfitriona su primer entorchado mundial.

"Mi papá y mi mamá eran fanáticos de Youri Djorkaeff. Mi mamá es amante del fútbol también y mis hermanos del deporte. Mi hermana Mel es tenista profesional y mi hermano Diogo, el más pequeño, está empezando en el fútbol", comentó el delantero hace unos meses, cuando fichó por Newell's Old Boys de la liga argentina.

En los años 90, cualquier equipo del mundo habría pagado muchísimo dinero por poder juntar a Romario y Djorkaeff. Ahora, quizá no sea lo mismo, pero Ecuador confía en que le sirva para superar la primera fase, en un grupo en el que Países Bajos es favorita, con senegaleses y ecuatorianos en un nivel intermedio por delante de la débil selección anfitriona.