El centrocampista Ivan Rakitic aseguró ayer que el éxito mundialista de la selección croata «no concierne a 23 jugadores, a un seleccionador y a los miembros del cuerpo técnico» sino a 4,5 millones de compatriotas que les acompañarán en el desafío de ganar la final del Mundial.

En una rueda de prensa celebrada en el estadio de Luzhniki, escenario este domingo de la final entre las selecciones de Croacia y Francia, el jugador del Barcelona reveló que el deseo de los internacionales croatas es llevarse «la copa a casa», aunque reconoció que necesitarán «un poco de suerte» para batir a «un equipo serio, fuerte y con grandes jugadores». «Será difícil, tanto en defensa como en ataque, pero lo importante es que nos centremos en nosotros. Tenemos que intentar hacer nuestro juego. Esperamos ser lo suficientemente fuertes para ganar el partido», dijo.

Ese choque, según remarcó, será para los internacionales croatas «el más grande» de sus vidas. «Queremos marcharnos con la cabeza alta, sabiendo que hemos dado lo máximo», manifestó Ivan Rakitic, poseedor del récord de partidos disputados esta temporada, con un total de 70. Para el de mañana, que será el número 71, ha guardado «una energía extra», toda vez que será un envite «histórico». Para la selección croata es la primera final mundialista de su historia. «Queremos mostrar al mundo que todos los jugadores, no solo los que jueguen, somos uno. Lo dejaremos todo en el campo para conseguir una victoria», culminó.