La generación de oro del fútbol belga dio ayer en Kazán muestras de todo su potencial y derrotó a Brasil, toda una pentacampeona del mundo, por 1-2 y avanzó con paso firme a semifinales de la Copa del Mundo de Rusia 2018.

En una exhibición de poderío ofensivo, con Hazard, De Bruyne y Lukaku al mando, el equipo del español Roberto Martínez se impuso a la máxima favorita al título y se jugará el pase a la final contra sus vecinos de Francia. La batalla táctica de los entrenadores cayó del lado de Martínez, cuestionado por muchos a su llegada al país y venerado ahora tras dejar en la cuneta a la Canarinha y meter a los Diablos Rojos entre los cuatro mejores del mundo por segunda vez en su historia -Bélgica fue cuarta en México 1986-.

Brasil arrancó en tromba pero se fue diluyendo. Tras dos ocasiones de gol que incomprensiblemente marraron Thiago Silva y Paulinho, despertó la mejor versión colectiva de Bélgica. La chispa la originó un tanto fortuito, obra de Fernandinho, que al intentar despejar un saque de esquina botado por Hazard introdujo con el hombro la pelota en su propia portería. Los de Tite, peligrosos antes del gol, se convirtieron en predecibles. Con Neymar apagado, Coutinho perseguido por Fellaini y Gabriel Jesús aislado, el conjunto europeo dejó el balón al rival e hizo del contragolpe su mejor arma. Con Hazard y De Bruyne libres y con espacios y Lukaku arrancando desde la derecha, como hizo en varias ocasiones cuando Martínez era técnico del Everton, Bélgica golpeó de nuevo. Esta vez fue De Bruyne, pero el mérito fue de Lukaku, que en una transición tras recuperación se quitó de encima a todos los rivales que se le pusieron en su camino, abrió a la derecha y ahí el jugador del Manchester City soltó un zarpazo que se coló por el palo derecho de Alisson. Brasil no daba síntomas de recuperación mientras era cada vez más evidente el acierto de Martínez de sumar a Fellaini a la nómina titular y colocar a De Bruyne con libertad casi como falso 9. Movió fichas tras el descanso Tite en busca de la reacción de los suyos. Firmino reemplazó a Paulinho y Douglas Costa entró por Gabriel Jesús, y Brasil mejoró. Y el gol brasileño llegó a falta de un cuarto de hora para el final, cuando Coutinho puso un pase tres dedos al punto de penalti y Renato Augusto cabeceó libre de marca al palo largo de Courtois. Lo intentó a la desesperada Brasil en los minutos finales, pero se encontró con Courtois. Bélgica es semifinalista.