Cristiano Ronaldo caminó por una alfombra roja tendida sobre el pasto del estadio Olímpico Fisht de Sochi, en cuyos graderíos unos 43.000 aficionados fueron al delirio con seis goles y múltiples turbulencias en ambas porterías.

Dos goles al término del primer tiempo con los que ponía adelante a Portugal en un partido intenso contra España, extendía los registros de su desempeño individual, ingresaba en clubes exclusivos y se consolidaba como máximo anotador resultaron insuficientes a Cristiano Ronaldo para celebrar en su cuarto Mundial. La noche comenzó mal para Nacho Fernández, quien a los tres minutos cometió una falta en su área. Un minuto después cobró el de Funchal y dejó sin opción a David de Gea. Cristiano Ronaldo se metió así en el club de los jugadores que marcan en cuatro ediciones. Antes lo hicieron Pelé y los alemanes Uwe Seeler y Miroslav Klose. Pepe alegó en vano haber sufrido una falta en el rostro por parte de Diego Costa. El de Lagarto marcaba su primer gol en un Mundial y devolvía la esperanza al conjunto dirigido por Fernando Hierro. Pero un minuto antes de caer el telón del primer tiempo el portero David De Gea cometió un grosero error al intentar contener un remate de Cristiano Ronaldo. El balón se escurrió de sus manos y fue al fondo de la red. Pero nada estaba definido.

España igualó a los 55 minutos tras un toque de Sergio Busquets y gracias al oportunismo de Diego Costa, que se aseguraba un doblete y desdibujaba así la sonrisa de Cristiano Ronaldo. Y tres minutos después Nacho Fernández apareció de la nada con un remate seco que explotó en el vertical diestro de Rui Patricio y fue a dar al otro extremo antes de atravesar la línea final. Parecía la resurrección de España en el duelo de Sochi, pero Cristiano Ronaldo apareció a dos minutos del fin del tiempo reglamentario para convertirse en el hombre del partido. Era el quinto Portugal-España en un Mundial, sin ninguna victoria lusa. Ronaldo evitó la derrota, pero no cambió la historia.