Mercedes-Benz ha presentado en sociedad el nuevo Clase C, uno de los modelos más importantes de su gama en términos de ventas. Con el Clase A y el Clase B marcando el acceso a su gama, el Clase C es el punto de partida en su oferta de sedanes antes de dar el salto al Clase E y al lujoso Clase S. De sus hermanos mayores hereda muchos elementos para convertirse en un serio rival a batir por sus rivales.

La sexta generación de la berlina alemana llega para mantenerse entre los coches más vendidos de la firma de la estrella. En España, el año pasado fue, sin contar la gama SUV, el tercer vehículo más vendido solo por detrás del Clase A, más asequible, y del CLA. La propuesta de Mercedes-Benz para esta nueva generación pasa por una renovación estética que toma muchos detalles vistos en el Clase S y el Clase E, un interior completamente renovado, de nuevo siguiendo lo visto en el Clase S, un refuerzo de su equipamiento tecnológico y una gama de motores que se entrega a la electrificación.

Estéticamente, el Clase C es un vehículo muy reconocible y en esta nueva versión, que supone una evolución más que una revolución en términos de diseño, presenta novedades como unos grupos ópticos delanteros horizontales más finos, muy parecidos a los del Clase E, y afilados, como los del Clase S. Su paragolpes y su parrilla son totalmente nuevos, imitando el lenguaje estético imprimido en el mismo Clase E. La parrilla variará en función del acabado elegido, pasando desde la estrella central con lamas en el modelo básico, a los elementos cromados en el Avantgarde y a la parrilla de efecto diamante para el AMG-Line. De perfil se aprecian pocos cambios respecto a su predecesor, aunque es ligeramente más largo, seis centímetros, ganando tres centímetros de distancia entre ejes. Mide, en su silueta berlina, 4,75 metros de largo por 1,82 de ancho y 1,43 de alto. El Clase C Estate, la silueta familiar, solo varía en la altura, alcanzando los 1,45 metros. Las llantas irán desde las 17 a las 19 pulgadas y su maletero ofrece 455 litros de capacidad, 490 en la versión Estate.

En la trasera sí se notan más cambios, con un paragolpes que gana presencia. Los grupos ópticos, estrechos y alargados, van ganando anchura conforme se extienden por el portón del maletero hasta llegar al lateral. Mercedes-Benz ha anunciado tres nuevos colores, el Spectral Blue, el High-Tech Silver y el Opalite White, que se suman a la amplia paleta de tonos original del vehículo.

Pese a las variaciones de su diseño exterior, es en el interior donde se han concentrado la mayoría de novedades. Su habitáculo bebe directamente del Clase S. De hecho, podría decirse que es prácticamente idéntico, variando en pequeños detalles como las salidas de aire, redondeadas en el Clase C. En ese sentido, cuenta con una enorme pantalla de 11,9 pulgadas, 9,5 de serie, en el centro de la consola central para gestionar todos los sistemas del vehículo, desde el de infoentretenimiento MBUX, hasta la climatización. El sistema MBUX mejora e incorpora optimizaciones de su asistente de voz ‘Hey Mercedes‘ y novedades como la navegación con pantalla completa y la aplicación Smart Home, que permite gestionar aparatos eléctricos del hogar desde el coche. Otra pantalla, esta vez de 12,3 pulgadas, 10,25 de serie, hará las funciones de cuadro de instrumentos digital. Como es habitual en la marca, los gráficos son personalizables y varían en función del modo de conducción elegido. Como opción, podrá equiparse el Head-Up Display en color. Sí, lo han adivinado, el volante también es nuevo, heredado directamente del Clase S, con una nueva disposición de los controles más intuitiva. Como siempre, la selección de materiales de la marca se ha enfocado en ofrecer sensación de calidad en todo momento y el máximo confort.

Al estar conectado permanentemente a Internet, el nuevo Clase C puede actualizarse inalámbricamente y mejorar o añadir funciones y sistemas a lo largo de su vida útil. Tecnológicamente, no faltarán los sistemas de seguridad más habituales actualmente, como el asistente activo de distancia Distronic, el asistente activo de dirección, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico o el sistema Pre-Safe Impulse Side, opcional, que permite configurar una zona virtual de deformación controlada en torno a la totalidad del vehículo y así, cuando el vehículo reconoce un impacto lateral, puede impulsar al conductor o al acompañante al centro del habitáculo para evitar el impacto. De nuevo, este sistema lo toma prestado del Clase S.

El Clase C se rinde ante la electricidadEn el momento de su lanzamiento, el Mercedes-Benz Clase C solo se ofrecerá con opciones microhíbridas. Así, todas las propulsiones posibles, dos gasolina y una diésel, pegarán la etiqueta ‘ECO‘ de la DGT en el parabrisas y además disfrutarán de los 20 CV extra del modo Boost de estas versiones. Las opciones de gasolina pasan por un motor de 1.5 litros disponible en dos niveles de potencia, 170 CV y 250 Nm de par máximo y 204 CV y 300 Nm de par máximo, y por un bloque de 2.0 litros de 258 CV de potencia y 400 Nm de par máximo. El motor de 1.5 litros y 204 CV y el propulsor más potente tendrán una versión 4Matic de tracción total. En todos los casos, la transmisión, de serie, será automática de nueve relaciones. La mecánica diésel, un motor de 2.0 litros, estará disponible con 200 CV y 440 Nm de par o con 265 CV y 550 Nm de par y también se asociará de serie a una caja de cambios automática de nueve marchas.

Tras su lanzamiento, Mercedes-Benz comercializará una variante híbrida enchufable, con etiqueta ‘cero emisiones‘, que combinará el propulsor de gasolina de 2.0 litros con un motor eléctrico de 129 CV de potencia alimentado por una batería de 25,4 kWh de capacidad. Además de poderse recargar en apenas 30 minutos, esta batería es suficiente para que pueda recorrer hasta 100 kilómetros en modo 100% eléctrico, siendo, según la marca, el híbrido enchufable con más autonomía del mercado. En modo totalmente eléctrico podrá circular hasta los 140 km/h como máximo.

El nuevo Mercedes-Benz Clase C se produce en la planta de la marca en Bremen, Alemania, en Pekín y en East London, en Sudáfrica. Su precio todavía no ha sido desvelado.