Cielos nubosos, chubascos ligeros y bajada de temperaturas: el otoño, por fin, está ya aquí y muchas personas ha aprovechado para hacer cambio de armario. Ya ha llegado la época de sustituir los bañadores por abrigos, y sacar las camisetas de manga larga, las chaquetas y otras prendas. Este cambio de armario también afecta a la conducción: si en verano nos preguntamos si es posible conducir sin camiseta o con sandalias de playa; en invierno toca cuestionarse si es posible ir en un vehículo con el abrigo puesto.

Muchas personas no se quitan el abrigo cuando entran al coche. Los motivos son varios: desde aquellas que quieren ahorrar gasolina y se dejan la chaqueta para no tener que poner la calefacción (o, por lo menos, no ponerla tan fuerte) o para no evitar los primeros minutos de frío mientras se calienta el vehículo (especialmente en aquellos casos donde duerme fuera de un garaje, y al cogerlo por la mañana temprano tiene una temperatura muy baja).

¿Qué dice la DGT de llevar el abrigo puesto en el coche?

La DGT tiene una postura muy clara respecto a llevar el abrigo en el coche: no es recomendable bajo ningún concepto. La razón que aporta la Dirección General de Tráfico para rechazar este tipo de prendas de ropa al volante es que pueden suponer un peligro para el conductor, sus acompañantes y el resto de personas que circulan en la vía.

El motivo por el que la DGT considera que es peligroso usar el abrigo al volante es que su acolchamiento (el relleno que está en el interior de la prenda) puede hacer que el cuerpo se deslice por el cinturón de seguridad, o bien la creación de una cámara de aire que reduce la eficacia del cinturón y dificultaría el movimiento de las extremidades al volante.

¿Te pueden multar por llevar el abrigo en el coche?

En realidad, se trata de una norma interpretable a la consideración del agente: llevar un abrigo en el coche, por sí mismo, no es una infracción; pero sí lo es cualquier circunstancia que obstaculice o ponga en peligro la conducción.

Por tanto, si el policía que detiene el coche evalúa que el uso del abrigo podría suponer un problema para la correcta movilidad o para la vida del conductor en caso de accidente, podría esgrimir este argumento para calificar la conducción de negligente y sancionarla.

La multa por conducir con el abrigo puesto, en caso de que el agente interprete que dificulta la conducción, es de hasta 200€.