Las firmas están haciendo su trabajo en el segmento de acceso, dotando a sus modelos de mejoras destacables que las hacen realmente interesantes para el público del carnet A2. Ejemplo de ello es esta KTM RC 390 que hemos probado y con la que aventuramos buenos momentos, especialmente por su arsenal tecnológico, aerodinámico y de parte ciclo que trae esta renovación. Su precio de partida es de 6.749 euros, pero la unidad de la prueba llegaba con opciones que han elevado el precio pasados los 7.000 euros.

Los austríacos no han dejado nada al azar en esta nueva generación de una deportiva que gana enteros en el apartado estético, renunciando a ese doble faro que muchos no supimos entender. Las diferencias saltan a la vista y hacen a esta nueva RC 390 una moto que impresiona, se siente más grande, ancha y capaz de sacarte los colores incluso en circuito.

Lo primero que llama la atención es la paleta de colores elegida, que coincide con la tonalidad para las máquinas presentes en MotoGP. Especial mención merece la combinación naranja-azul que ya vimos en la Super Duke 1290 R y que homogeniza la gama de KTM como una, en el fondo todas son Ready to Race y su carácter así debe imprimirlo.

Un frontal controvertido

Otro de los detalles que marcan un antes y un después es la disposición del carenado frontal, con esta enorme cúpula que permite una mejor adaptación del piloto y reducción de la resistencia al aire. Además, se funde con el faro delantero Full LED para evitar cualquier pérdida del flujo, de manera que envuelve a la moto perfectamente.

Algo en lo que también se ha trabajado es la refrigeración, un punto crítico en el anterior modelo. Gracias a las soluciones aerodinámicas de los laterales evitamos el contacto directo del aire caliente con las piernas. Un calor que ha sido inevitable estos días pese a la buena posición de conducción, al más puro estilo R, de esta KTM RC 390.

Todos estos cambios han servido para mejorar la velocidad punta de la RC 390 2022, además de otorgarle un parecido más que acertado con las unidades que vemos en el mundial.

Para ello es clave la estrategia de aligerar significativamente la carga visual de la zona posterior, dando total protagonismo a una zaga picuda y agresiva que deja a la vista el suchasis multitubular de acero atornillado. Una solución que permite un desmontaje más rápido y ágil de los carenados para instalar las típicas fibras de vidrio adecuadas para el circuito.

Una 300 alta

El segmento de las 300, o casi 400 cc, tiene en la mujer un cliente muy asiduo, y normalmente somos de tamaño más pequeño. Sin ánimo de generalizar, las R de mayor cilindrada se encuentran en plena tendencia de ir a más y más altura, derivada directamente de las soluciones de Superbikes, por lo que son menos accesibles para usuarios como yo. Esta moda parece traspasar las cilindradas y con 824 milímetros de altura respecto al suelo, esta KTM RC 390 es bastante alta para alguien de menos de 1,60 metros.

Por suerte, la evolución de esta R también ha implicado una reducción del peso notable, hasta los 155 kilogramos en vacío que son 6 kilos menos que antes. A lo que debemos sumarle los líquidos y los 13,7 litros de gasolina que entran en el nuevo depósito, que era de 10 litros. Sin embargo, se siente lo suficientemente estable y fácil de maniobrar como para no sufrir de más y poder ir cambiando de peso ante un semáforo o una parada de emergencia.

Una motoescuela de campeonato

La ligereza es algo que caracteriza a los de KTM y en esta R no iba a ser diferente. Vemos soluciones de menor peso repartidas por toda su carrocería, empezando por el chasis, 1,5 kilogramos más liviano y las llantas de aluminio rediseñadas que, con menos radios, consigue ahorrar 3,4 kilos al peso en báscula.

La unidad probada monta los neumáticos Continental ContiRoad, de 110/70 de 17 pulgadas delante y 150/60 atrás, que yo cambiaría por unos más deportivos. Sobre todo si estás pensando en dar el salto al circuito, algo que podrás hacer sin problema en trazados pequeños y ratoneros.

En cuanto al bloque, se trata del mismo monocilíndrico de cuatro tiempos, adaptado a la Euro5. Está refrigerado por líquido con el conocido doble árbol de levas, cuatro válvulas e inyección electrónica de 44 CV de potencia. Es decir, la misma fuerza pero con un nuevo diseño de caja del filtro de aire y mapeado del motor, que incrementa el par motor y tener un motor más lleno desde el principio.

El sistema de frenos ByBre logra una reducción de 960 gramos. Se compone de un disco de 320 milímetros y pinza de anclaje radial de 4 pistones para el eje delantero y otro disco de 230 mm atrás con pinza flotante de 1 pistón, ambos con ABS Bosch 9.1 MP en curva. En cuanto a sensaciones, la frenada es más contundente pero previsible, mejorando la eficacia de unos frenos que ya eran muy buenos y que sirven para ir mejorando curva a curva gracias a la confianza que adquieres sobre la moto.

KTM siempre con lo último

Esta sensación de seguridad se debe, en gran parte, al arsenal tecnológico del que han dotado a la RC 390. La electrónica que incorpora es digna de segmentos superiores debido a la incorporación de una IMU que le concede soluciones como el Supermoto ABS que concede cierto deslizamiento de la rueda posterior, el mentado ABS en curva, sensible a la inclinación, el control de tracción y el Quickshifter+ para subir y bajar de marcha opcional.

Una dotación que va a la par de la apuesta, por una parte, ciclo dinámica y mucho más radical que la media de su competencia. Para ello han renovado las suspensiones con una horquilla delantera WP APEX de 43 milímetros de diámetro y 125 mm de recorrido regulable gracias a la bomba abierta, con 30 posiciones de ajuste de la compresión (a través del comando y botella izquierdo) y otras 30 para la extensión, que se gestiona en la derecha.

Para la zaga, los de KTM han montado el monoamortiguador WP APEX de 150 mm de recorrido regulable en 5 niveles de precarga. Es, sencillamente, imbatible en este aspecto, tanto por lo extraño de estar tan bien preparada como por las sensaciones deportivas que puedes conseguir con esta moto.

Un equipamiento al que también se suma el nuevo panel de instrumentos TFT a color, que adapta su brillo automáticamente a la luz ambiente, el piloto podrá conectar la app KTM MY RIDE para gestionar varios parámetros de la moto.

Detalles que, junto a la buena presencia y calidad percibida, hacen a esta RC 390, una R más READY to RACE. Con esta motoescuela, perfecta para iniciarte en el mundo de las deportivas, lo tendrás todo multiplicado por 3 y con la piel de gallina por el camino. Con los cambios en el diseño han cohesionado toda la gama, además de hacerla más ligera y añadirle las dosis de electrónica que la ponen a la cabeza de su segmento.