Tras los problemas con el sistema de localización por GPS de los participantes que referimos en la anterior columna, y que había afectado a las dos primeras pruebas del Súper Campeonato de España de Rallyes (Tierras Altas de Lorca y Sierra Morena), la semana pasada siguieron los problemas de este campeonato convocado por la Real Federación Española de Automovilismo. El jueves, cuando ya estaban en Lanzarote todos los participantes del Rally Isla de los Volcanes, muchos de ellos llegados desde la península con su camiones, asistencias, etc, la prueba se suspendió.
El motivo, la falta de todos los permisos para celebrarla, en concreto uno del Cabildo de la isla, que decidió no conceder el permiso por motivos ecológicos en uno de los tramos. El escándalo fue mayúsculo, igual que las protestas de los participantes. Se supone que la entidad organizadora de cualquier prueba tiene que tener preparados todos los permisos con anterioridad a la prueba, y si hay algún problema, negociar por si es necesario cambiar o acortar el recorrido. Y si no se consigue, suspenderla con la suficiente antelación.
Por otra parte, parece ser que el presidente de la RFEDA estuvo en Canarias esa misma semana y conocía el problema, por lo que habría podido ayudar a la organización o suspender la prueba. Y no se hizo. Todo esto puede afectar, y mucho, al SCER.
