Seguro que alguna vez te has preguntado: ¿cada cuánto tiempo tengo que lavar el coche? ¿Hay un mínimo de veces? ¿Influye en el mantenimiento del vehículo? Lo cierto es que no hay un número determinado, puesto que la frecuencia de lavado dependerá de cada conductor, pero sí que hay algunos factores que debes tener en cuenta a la hora de sacar brillo a tu automóvil.

Lavar el coche si vives en la costa

La contaminación de las grandes ciudades también hace que un vehículo se ensucie más rápido. Además, si vives en una zona costera, el salitre marino puede ser muy corrosivo para la carrocería del vehículo e incluso puede llegar a dañar el motor. En este caso es conveniente que laves el coche con más frecuencia para eliminar el salitre acumulado en la chapa. Las ceras o desengrasantes también son muy útiles para proteger de los daños del mar.

Por otro lado, lavar el coche por dentro también es importante. En el interior del vehículo pueden acumularse restos de comida y bebida, así como la suciedad que llevas en los zapatos o distintas bacterias. Por lo que debes realizar regularmente limpiezas del habitáculo para viajar con la máxima seguridad e higiene.

Lavar el coche si vives en una zona de nieve

La sal es uno de los grandes enemigos de tu coche. Si vives en una zona de nieve estarás habituado/a a circular por carreteras cubiertas de sal para evitar que se forme hielo. Debes saber que la sal acelera el proceso de corrosión de las piezas de acero. Por ello, es especialmente importante que laves el coche con mucha frecuencia, puesto que una vez empieza la oxidación ya no podrás hacer nada para detenerla. De ahí la importancia de la prevención después de cada nevada.