El francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) tendrá que estar muy pendiente del rendimiento de los pilotos oficiales de Moto GP tanto de Suzuki, los españoles Joan Mir y Alex Rins, como de los de Ducati, el italiano Francesco "Pecco" Bagnaia y el australiano Jack Miller, además de del ocho veces campeón del mundo, el español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V).

Aunque él continúa diciendo que no está al nivel necesario y que quizás tendría que haber parado mucho más tiempo hasta recuperarse, lo cierto es que Marc Márquez demuestra a cada gran premio que disputa que da un "pasito adelante", como se pudo ver en Austria, en donde de no ser por la lluvia ya estaba luchando por la victoria con sus rivales.

El piloto de Repsol Honda sabe lo que es ganar en Silverstone, pues lo ha hecho en 2014 y en 2019, última ocasión en la que se corrió en el circuito británico -en 2020 se canceló por la pandemia-, tuvo que ceder el triunfo por escasamente 13 milésimas de segundo sobre la misma línea de meta al también español Alex Rins.

Precisamente Alex Rins debiera ser otro de los protagonistas en Silverstone, un circuito que espera que sirva de revulsivo a una temporada en la que su irregularidad y, sobre todo las caídas, le han relegado a la decimotercera plaza en la clasificación general provisional.

También espera "como agua de mayo" este circuito, su compañero de equipo y actual campeón del mundo de la categoría Joan Mir, sabedor de que el británico es un trazado que se adapta muy bien a las características de la Suzuki GSX RR y ahora que tienen el dispositivo de salida tanto en el tren delantero como en el trasero, las "sensaciones" son las mejores para dar un paso adelante desde la tercera plaza que ocupa, a 47 puntos de Quartararo, los mismos que también tiene "Pecco" Bagnaia.

Precisamente Bagnaia es otro de los pilotos de los que se espera que dé un paso al frente y logre su primera victoria en MotoGP como piloto oficial de Ducati, algo que por ahora se le resiste a pesar de haber pisado en cuatro ocasiones el podio. No tiene demasiado a favor las estadísticas en Silverstone, pues sólo en una ocasión ha ganado en ese escenario la Ducati Desmosedici, y fue en 2017 de la mano del también italiano Andrea Dovizioso.

Yamaha es el fabricante que más veces ha ganado en la última década en Silverstone, aunque su última victoria se remonta a 2016 de la mano del español Maverick Viñales, un año antes la consiguieron con el italiano Valentino Rossi y la anterior fue de Jorge Lorenzo en 2013.

Maverick Viñales es otro de los "ejes de atención" del fin de semana tras la resolución "definitiva" de su contrato con Yamaha después del incidente que protagonizó en la carrera de Estiria y que precipitó de manera fulgurante todos los acontecimientos entre ambas partes. El piloto de Roses (Gerona) tenía ya resuelto su futuro con Aprilia para 2022, pero qué duda cabe que esta nueva "vuelta de tuerca" en la ruptura con Yamaha, puede precipitar su llegada a los grandes premios de la mano del fabricante de Noale, nervioso y con ganas de ver cómo se desenvuelve un piloto rápido con su prototipo RS-GP.

Esa rescisión de Maverick Viñales provocó en las jornadas precedentes un auténtico "revuelo" de pilotos, pues el británico Cal Crutchlow, probador de Yamaha tras dejar la competición en 2020, fue requerido para suplir al lesionado piloto italiano Franco Morbidelli y la baja del español le ha devuelto a la "actualidad" al solicitarse sus servicios en el equipo oficial junto a Fabio Quartararo.

Sin comerlo ni beberlo y después de años de buscar, sin éxito, un equipo oficial, el británico se ha encontrado en uno de ellos justo después de anunciar su retirada de la competición. Probablemente ni él mismo se lo cree, bueno sí, pero resulta extraordinariamente increíble el modo en el que lo ha logrado. Y, claro, al dejar vacante la plaza de Morbidelli, el equipo satélite de Yamaha se ha visto obligado a buscar reemplazo y, para ello, ha pensado en los pilotos con los que ya cuenta, motivo por el que ha facilitado el paso del británico Jake Dixon de su equipo de Moto2 al del MotoGP.

Como toda reacción en cadena, el paso de Dixon a MotoGP dejó libre su plaza en Moto2, pero aquí el "salto" natural desde Moto3, no se lo podían permitir con ninguno de sus dos pilotos, el británico John McPhee y el surafricano Darryn Binder, inmersos habitualmente en la lucha por el podio y la victoria, de ahí que se haya recurrido a un "viejo conocido", el malasio Adam Norrodin.