El coronavirus sigue protagonizando la actualidad informativa en Montilla, especialmente desde el pasado 30 de julio, cuando la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía confirmó el primer positivo desde el final del confinamiento.

Desde ese momento, las autoridades sanitarias prestaron especial atención a los tres brotes que llegaron a estar activos en la localidad de manera simultánea: uno con siete casos, otro con diecinueve y el último con cinco positivos. Según el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, dos de esos focos se habían localizado «en el ámbito familiar» y el tercero era colectivo aunque, también, «en el ámbito privado».

En el momento de escribir estas líneas, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica y el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía computan 18 personas infectadas en Montilla en la última semana -cifra que se eleva a las 29 si se extiende el margen temporal a los últimos catorce días-. En total, la localidad cuenta desde el pasado mes de marzo a un total de 147 vecinos afectados por el covid-19, con 74 personas curadas y 11 fallecidos, todos ellos en la Residencia-Hogar para Mayores San Rafael.

El sistema que está siguiendo la Junta a la hora de hacer públicos estos datos viene generando un «gran desconcierto» entre vecinos y responsables municipales de varias localidades de la Campiña Sur, que reclaman «conocer con detalle» cuántas personas hay afectadas por coronavirus en estos momentos.

Y es que, según confirmaron fuentes del propio Centro de Salud de Montilla, los datos que aporta el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía acumulan, desde que comenzó esta crisis, un retraso de, al menos, 72 horas.

Por otro lado, el Gobierno andaluz notificó su decisión de dejar de facilitar a diario datos sobre la situación de los rebrotes en la comunidad autónoma.

«La falta de comunicación e información actualizada por parte de la autoridad competente, la Consejería de Salud y Familias, favorece esta situación de incertidumbre sanitaria incidiendo de manera significativa en nuestra actividad económica y social». Así de rotundo se manifestó Rafael Llamas quien, por medio de un bando de Alcaldía, reconocía que los datos que estaban trasladando las autoridades «hacen que la ciudadanía muestre una preocupación justificada».

Las reacciones al bando de Alcaldía no se hicieron esperar. La portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular, Inmaculada Luque, acusó al primer edil de «utilizar como herramienta política» este bando para «hacer un lavado de imagen de su gestión ante el covid-19», una posición muy parecida a la que manifestó el portavoz y único edil del grupo municipal de Ciudadanos, Sergio Urbano, quien acusó al alcalde de «fomentar la confrontación y la política populista».

Por su parte, el portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida (IU), Francisco Lucena, defendió que «no es momento de reproches y críticas, sino de remar en una misma dirección para ganar la partida a este virus». Con todo, el edil de IU añadió que «si contribuimos a propagar que Montilla no es un lugar seguro, alejaremos a los turistas que tengan pensado visitarnos, de forma que estaremos contribuyendo a la ruina de nuestro municipio».