Una publicación en redes sociales que alertaba del presunto derrumbe del arco del antiguo convento de San Lorenzo, una portada renacentista atribuida a Hernán Ruiz I situada a las afueras de Montilla, movilizó el pasado 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, a efectivos de la Policía Local, así como a técnicos del Ayuntamiento de Montilla e, incluso, a varios responsables del equipo de gobierno, que creyeron a pies juntillas lo que, a la postre, resultó ser una broma de un vecino de la localidad que, por medio de un montaje fotográfico distribuido de manera masiva por Facebook y WhatsApp, denunciaba «otra pérdida patrimonial más» para la ciudad.

Sorprendentemente, la inocentada generó una «importante movilización de medios» por parte del Consistorio, «con el objetivo de asegurar la integridad de este enclave patrimonial», tal y como reconoció el alcalde, Rafael Llamas, quien detalló que tanto los agentes de la Policía Local como los técnicos municipales pudieron certificar in situ que se trataba de una «falsa alarma».

El primer edil montillano lamentó la «falta de sensibilidad» del autor de la broma, que resultó ser un vecino de la localidad, de 52 años de edad, que comparte habitualmente en redes sociales montajes fotográficos de diversa índole y que, tras comprobar el revuelo que había provocado su ocurrencia, pidió disculpas. «Nunca fue con mala intención: solamente fue una broma por el Día de los Santos Inocentes y no para causar alarma», aseguró a través de Facebook.

Con todo, Rafael Llamas recordó que el Código Penal recoge como «delito de falsa alarma» el hecho de simular una situación de peligro para la comunidad o la producción de un falso siniestro, siempre que con ello se provoque la movilización de los servicios de Policía, asistencia sanitaria o salvamento.

A raíz de la polémica suscitada, el alcalde señaló que el objetivo del equipo de gobierno es «dar una solución a la situación de este Bien de Interés Cultural a lo largo de este mandato».