Nos roban la cartera y aplaudimos. Es insólito. El Ayuntamiento de Córdoba aprobó hace unos días la creación del Museo del Vino Montilla-Moriles en la capital. Pero que no cunda el pánico: por lo visto quieren llamarlo «Centro de los Vinos de Montilla en Córdoba», no sea que los vecinos de esta localidad caigan en la cuenta de que, en 1998, se gastaron un pastón en comprar el castillo para instalar allí el Museo Temático del Vino y, veinte años después, solo tienen un salón de actos todo en madera y una sala dedicada a El Gran Capitán que, como no abra ya, capaces son de llevársela a Loja. En cualquier caso, los gurús que entienden de estas cosas afirman que la apertura del Museo del Vino en Córdoba es, en realidad, una oportunidad para atraer turistas a Montilla. Claro que sí. Por eso en Rute están pensando llevarse el Museo del Anís a Cabra y en Estepa quieren cerrar su Museo del Mantecado para abrirlo en Marinaleda. Tiene toda la lógica. Ya puestos, propongo abrir en El Parador el Centro de Interpretación de la Mezquita de Córdoba. Así a lo mejor empatamos.