La música cordobesa perdió el pasado 23 de septiembre a uno de sus exponentes más reconocidos, José Enrique Bedmar, cuyo cadáver fue hallado en su domicilio de Montemayor después de que sus familiares alertasen a la Policía Local al comprobar que no respondía a las llamadas.

La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los alumnos y profesores del Conservatorio Elemental de Música, del que era director.

Hijo del reconocido músico Luis Bedmar Encinas, José Enrique Bedmar era una persona muy querida y respetada en Montilla y en Montemayor, donde llegó a dirigir durante varios años el Centro Filarmónico Nuestra Señora de la Asunción. Siguiendo la estela de su padre, también se prodigó en el campo de los villancicos y de las marchas procesionales, llegando a dirigir a la Banda del Círculo Cultural Calíope de Fernán Núñez. Asimismo, destacó como pianista y como investigador.