La asociación Dejan huella está integrada por un grupo de voluntarias que "con mucho esfuerzo y muy pocos recursos, buscan hogar a los perros y gatos que entran en la perrera de Montilla". La asociación sin ánimo de lucro viene realizando un trabajo de acogidas temporales, pagándoles residencia y como mejor alternativa, buscándoles un hogar definitivo donde pasaran el resto de sus días.

El colectivo no entiende las razones que asisten al Ayuntamiento para contratar los servicios de una empresa para sacrificar los perros abandonados, interrfiriendo los líneas y objetivos de la asociación, al contratar una empresa de la que recibirán en bruto 900 euros al mes .

Estos animales se encuentran abandonados, la mayoría están desnutridos, algunos atropellados, otros asustados por la incertidumbre del no saber que pasará con sus vidas; llevan escrito en sus ojos el desamparo, ellos son el capricho de unos niños por Navidad, el desecho de los cazadores o camadas no deseadas que en muchas ocasiones son tirados vivos a los contenedores; otros pasan vagando meses y meses por las calles del pueblo ante la mirada indiferente de los ciudadanos.

Aquellos que eran rescatados, entraban en la perrera y morían sin opciones a nada, en la más absoluta soledad y tristeza.

Según la asociación protectora de animales montillana, ante la impotencia de esta situación y viendo que nadie ponía el remedio se vió obligada a crear la asociación para denunciar el sufrimiento de estos animales que son "cada uno, en su estilo, tamaño y carácter, originales e irrepetibles y han padecido una historia de abandono".