El hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, Rafael Ramírez Luna, ha informado sobre la culminación de las obras del columbario del real santuario de Aras, que alberga 450 nichos. Se trata de un proyecto diseño del arquitecto lucentino Manuel Roldán Fernández y los nichos salen a la venta al precio de 3.000 euros más IVA, obteniendo así una concesión por 50 años. Estas obras han supuesto una importante inversión y se iniciaron gracias a la reserva previa.

El columbario está situado en el conocido salón de los arcos y cuenta con un pequeño oratorio y una celosía con puerta corredera para acceder que cuenta con una vidriera que da luz al espacio interior. Esta obra supone un importante paso adelante en la infraestructura del santuario, que con las obras exteriores de accesibilidad se convierte en uno de los mejores de España.

También este mes se han culminado, a falta de pequeños detalles, las obras para la mejora de la explanada exterior, iniciadas el 19 de abril, en plena pandemia. Su plazo de ejecución se ha dilatado por las circunstancias del momento y a las mismas solo resta la instalación del ascensor. Estas obras de accesibilidad y construcción de columbarios han contado con un presupuesto de 327.000 euros, de los que la Diputación de Córdoba ha aportado 90.000 euros y el resto será financiado por la cofradía.

RECORRIDO ACCESIBLE

El proyecto de accesibilidad ha contemplado la creación de un recorrido en la explanada para personas con movilidad reducida desde las aceras de la carretera y en el mirador del santuario. Asimismo, se han adaptado los aseos y se han reconstruido las rampas existentes para adaptarlas a la normativa de accesibilidad, creándose otra rampa en el lateral izquierdo del santuario para dar entrada al mismo desde la zona que se ha habilitado como aparcamiento. El proyecto incluye la instalación del ascensor que, desde la tienda, dará acceso al columbario y al camarín.

Con antelación a este proyecto, a finales del pasado año, se culminaba el arreglo de la carretera de acceso al santuario, que recepcionaba el delegado de Carreteras de la Diputación, Francisco Palomares, acompañado del alcalde, Juan Pérez, y del hermano mayor de la Archicofradía de María Santísima de Araceli, Rafael Ramírez. Unos trabajos que contaron con un presupuesto de 240.000 euros.

Sobre la subida de la Virgen de Araceli cabe destacar que los devotos se encontraron hace unos días con la noticia de que la imagen estaba de nuevo en su santuario tras pasar 51 días en la iglesia mayor de San Mateo, donde se ofrecieron distintos actos religiosos a cargo del vicario de la Campiña, David Aguilera Malagón. En este orden de cosas cabe poner de manifiesto que en la madrugada del pasado 20 de julio la Virgen de Araceli subiera hasta su recién nombrado santuario diocesano, centenares de lucentinos y devotos ascienden al santuario para rezar a sus pies, en el horario habitual de verano, con las medidas sanitarias pertinentes.

Este año, debido a la pandemia del covid-19, no han podido celebrarse las Fiestas Aracelitanas, que tradicionalmente tienen lugar en torno al primer domingo de mayo, que es el Día de la Virgen. Tampoco pudo celebrarse la procesión de bajada, por lo que la Virgen se trasladó a Lucena de madrugada a finales de mayo.