El número 19921, coincidente con la fecha de inicio de la erupción volcánica en La Palma, no ha sido premiado en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.

Como marca la tradición, las desgracias, y si son catástrofes naturales, aún más, son números fetiche para los jugadores de lotería.

Y este año ese atractivo lo ha tenido, con permiso de la borrasca Filomena o de algunas efemérides relacionadas con la pandemia de covid, el 19921, que se vendió a los pocos días en las dos administraciones de todo el país que tenían este número, una en Valencia y otra en Terrassa.

La suerte que esquivó al 19921 sí la tuvieron quienes compraron diez décimos del 42.833, vendidos en la administración número 1 de La Palma. Este número corresponde a uno de los cuartos premios del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad.

El dueño de esta administración, Ricardo Cobiella, ha señalado a Efe que "lo sentía en el ambiente" que este año caía algún premio en la isla, afectada desde hace más de tres meses por una erupción volcánica. En concreto los diez décimos del 42.833, agraciados con un total de 200.000 euros, los vendió en ventanilla.

Asegura que la venta de lotería, tanto presencial como por internet, ha aumentado este año por la erupción volcánica y por ello pide a los agraciados del premio que lo inviertan en la isla de La Palma. "Ya solo dar un décimo es una alegría, por lo que despachar una serie entera, más", ha afirmado el lotero que heredó esta administración de su padre.