La oenegé Open Arms reiteró ayer que siempre ha operado conforme a la ley y los convenios internacionales, especialmente la Convención de Derecho del Mar y ha vuelto a exigir a los estados europeos que «protejan las vidas de mujeres, hombres, niñas y niños y respeten los convenios internacionales». Después de que el jueves el magistrado de Agrigento (Italia) Stefano Zammuto ordenara la liberación del buque insignia de la oenegé, el ‘Open Arms’, que estaba inmovilizado desde el pasado 22 de agosto en Porto Empedocle, la organización señaló que el juez ha levantado el embargo del buque «tras haber recopilado los elementos necesarios para la posterior investigación por prevaricación y secuestro de personas».

La retención provisional de la embarcación había sido solicitada por el Fiscal de Agrigento, Luigi Patronaggio, después de ordenar el desembarco inmediato al comprobar que todas las personas a bordo estaban en unas condiciones físicas y psicológicas extremas como consecuencia de haber estado 19 días retenidas.

Un comunicado difundido ayer, Open Arms considera que la decisión del juez «sienta un precedente y pone de manifiesto la necesidad del cumplimiento obligatorio de las convenciones internacionales y el derecho marítimo para proteger la vida y la dignidad de las personas en las condiciones más vulnerables». En este sentido, recuerda que el auto del magistrado señala que «la obligación de salvar vidas en el mar es un deber de los estados y prevalece sobre las reglas».