Bajaban ya muy embravecidas las aguas de la investidura y otro obstáculo se ha topado en el camino del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez: la política migratoria. La titubeante estrategia de la Moncloa en la crisis del Open Arms alejó aún más a los socialistas de Podemos y brindó a las derechas un nuevo frente de ataque al Ejecutivo.

Como resultado, el pleno del jueves en el Congreso derivó en un ataque general contra la gestión de Sánchez y su Gabinete a 25 días de la fecha límite para evitar la repetición electoral. Y en este enrarecido ambiente impactó ayer el primer asalto masivo de inmigrantes a la valla de Ceuta en un año.

Fueron 155 los varones indocumentados de origen subsahariano que al alba lograron acceder a la ciudad autónoma superando el doble vallado fronterizo español por su extremo norte en un tramo hasta el que no llega la tercera alambrada con cuchillas instalada durante los últimos meses por Marruecos.

En el salto participaron unas 200 personas, de las que ocho se quedaron encaramadas en lo alto de la malla del espigón marítimo de Benzú, en aguas del Estrecho de Gibraltar, y fueron devueltas a Marruecos de inmediato aplicando la figura del rechazo en frontera, incluida en la última reforma legal. El suceso se saldó con 16 inmigrantes heridos leves y 11 guardias civiles atendidos por «contusiones en brazos, manos y piernas». Uno, incluso, fue alcanzado con «algún tipo de líquido abrasivo» en los ojos, pero recibió el alta a mediodía.

RESPUESTA DIFERENTE / La reacción del Gobierno fue en esta ocasión muy distinta a la del último asalto masivo, el 22 de agosto del año pasado, cuando 119 subsaharianos entraron a España por la fuerza. Entonces, el Ejecutivo central hizo valer un acuerdo firmado con Marruecos en 1992 para proceder a la devolución unas horas más tarde de los migrantes llegados de forma ilegal.

155 inmigrantes, todos ellos subsaharianos, accedieron este viernes a Ceuta después de asaltar la valla fronteriza con Marruecos. Foto: EFE

Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones, en lo que va del 2019, 18.396 inmigrantes han llegado a España de forma irregular, un 43,3% menos que en el mismo periodo del 2018, cuando llegaron 32.451. En concreto, 14.969 migrantes han alcanzado la costa española por mar y 3.427 lo han hecho por tierra, que incluye los saltos de las vallas.

La diferencia se debe principalmente a la disminución de las llegadas en patera, que han pasado de 28.156 a 14.969, casi la mitad. También se han reducido las llegadas por tierra, aunque en menor medida, de 4.295 hasta el 28 de agosto del 2018 a 3.427 hasta la misma fecha del 2019. Casi uno de cada cinco migrantes (18,6%) que llega a España de manera irregular lo hace por tierra, bien sea saltando las vallas fronterizas, en los bajos de camiones o en maleteros de coches, entre otras formas.

15 SOLICITUDES DE ASILO / Pese a la reducción de los asaltos a las vallas y de la llegada ilegal de inmigrantes, al PP le faltó tiempo para acusar a Sánchez de provocar un efecto llamada al acoger a 15 de las 163 personas rescatadas por el Open Arms, que llegaron precisamente ayer a Cádiz en el buque Audaz, de la Armada. Todos manifestaron su voluntad de solicitar asilo en España.

«De efecto llamada, nada», zanjó la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, quien acusó a la oposición de «ponerse a esperar» sucesos como este para echar por tierra la política migratoria del Ejecutivo. Podemos evitó cargar más las tintas contra el PSOE tras la bronca parlametaria del jueves, quizá para no torpedear todavía más la empantanada negociación de la investidura.