La contratación de personas con discapacidad se ha duplicado durante los últimos once años en Córdoba pese a coincidir con el periodo de crisis económica. Así lo ponen de manifiesto los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, que indican que en el 2018 se realizaron 6.650 contratos frente a los 3.153 del ejercicio previo a la recesión, lo que representa un aumento del 111%. Este dato contrasta con el aumento del número global de contratos efectuados en la provincia, que el año pasado fueron 560.002 y en el 2007, un total de 457.490, por lo que la subida (del 22%) ha sido cinco veces inferior.

Entre las ocupaciones en las que son más contratados destacan las de peones agrícolas; personal de limpieza de oficinas, hoteles y establecimientos similares; otro personal de limpieza y camareros asalariados. La presidenta de la Federación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba (Fepamic), Sara Rodríguez, afirma que «todo crecimiento en la contratación supone un avance». Sin embargo, hace hincapié en que «queda un salto más, puesto que este incremento se ha centrado, principalmente, en las entidades que tenemos como objetivo la creación de trabajo para el colectivo y esta tarea debe de ser asumida también por el sector empresarial y la Administración, de forma que el mercado ordinario ofrezca esa misma oportunidad». En la misma línea, CCOO ha reclamado en los últimos días más empleo público para personas con discapacidad.

Córdoba cerró el 2018 con 2.636 parados discapacitados y habría que remontarse a enero del 2014 para encontrar un dato inferior (2.621). Sin embargo, el 52% eran desempleados de larga duración y la presidenta de Fepamic detalla que el número se ha duplicado desde el 2007. También explica que «el principal problema del colectivo es la formación y la adaptación a las nuevas ofertas», por lo que en Fepamic actúan mediante dos vías, que son los servicios para contratar a personas en riesgo de exclusión social (como la recogida de naranjas en la ciudad) y su nuevo Centro de Formación, que tiene más de una veintena de certificaciones profesionales e iniciativas para la Formación Dual. A esto se añaden las prácticas, sobre las que comenta que «deberían fomentarse» y que 70 alumnos las realizaron el año pasado (el 59%, con discapacidad). De ellos, 17 lograron una experiencia profesional en la entidad. Preguntada por el ejemplo de la reciente incorporación de un trabajador con síndrome de Down a una tienda de moda en Córdoba, subraya que «solo necesitamos una oportunidad para desempeñar lo que hasta ahora al colectivo se le viene negando, la posibilidad de mostrar sus capacidades».

LOS INDICADORES / La información del SEPE apunta a una mejora en la ocupación de esta población, ya que su afiliación a la Seguridad Social creció un 11% durante el año pasado (frente a la subida del 2,5% del conjunto del mercado laboral provincial) y hay 3.696 personas dadas de alta. Por otra parte, la contratación se elevó más de un 8% interanual (solo un 1% para el conjunto de los cordobeses), aunque para los discapacitados el paro se redujo un 3% anual, dos puntos menos que la media cordobesa.