Francisco José Díaz trabaja como vigilante de seguridad en Mercacórdoba y se encarga de vigilar todo el perímetro del recinto, así como de controlar las temperaturas de las cámaras frigoríficas para que la fruta y el pescado se conserven en perfecto estado. Además de esto, debe encargarse de que todo esté en orden cuando comienza la venta. Su horario laboral es de 22.30 a 6.30 horas, cuando le toca el turno de noche, y no le es nada fácil compaginarlo son una vida social y familiar. «Me he casado dos y veces y las dos han acabado en divorcio, y mi trabajo ha tenido mucho que ver. No todo el mundo es capaz de soportar que su pareja tenga este horario, sobre todo en fechas señaladas». Para Francisco José Díaz, el plus económico que reciben los vigilantes de seguridad por trabajar de noche no compensa la falta de sueño y problemas familiares que trae consigo el trabajo.