La violencia de género ha dejado en Córdoba tres víctimas en apenas un mes. Comenzó hace un mes, en Iznájar, con el asesinato de Piedad, el tres de junio, por un disparo de su marido, que acabó suicidándose, sin que existieran denuncias previas.

El 14 del mismo mes, Ana Lucía da Silva, de nacionalidad brasileña, fallecía en el barrio de Santa Rosa, de la capital, a manos de su pareja, que acabó suicidándose. En este caso sí había antecedentes, pues el hombre había cumplido condena por asesinar a su anterior pareja. Y ayer, también sin antecedentes, por violencia de género, Piedad, de 42 años, fallecía a martillazos a manos de su marido, en Rute.

Un año, el 2019, que rompe la ausencia de víctimas por asesinatos machistas del 2018, y que sitúa a Córdoba en el quinto lugar en Andalucía por número de mujeres fallecidas por violencia de género, con un total de 20, por delante de Huelva, Cadiz y Jaén, precisamente dentro de la comunidad autónoma que más víctimas tiene desde que comenzó el registro estadístico en el 2003,

Los datos

La realidad en la provincia de Córdoba, según el sistema Viogén para el seguimiento integral de los casos de violencia de género, a 31 de marzo de este año había activos 978 casos de seguimiento integral de los casos de violencia de género, de ellos uno es calificado como extremo, 5 de riesgo alto, 225 de tipo medio y 495 de nivel bajo. Otros 252 casos no están calificados. Además, en el mes de marzo, el servicio telefónico del 016 ha atendido 44 llamadas, cifra inferior al mismo mes del año anterior, cuando ascendió a 60.

En el primer trimestre, las llamadas recibidas en este servicio fueron 222, un 1% menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando fueron 225. En cuanto al sistema de seguimiento telemático (pulseras) de las medidas de alejamiento, en el primer trimestre del año había instalados en Córdoba 23, lo que supone un aumento del 64,3% respecto al año anterior, cuando solo había 14.

El año pasado se recibieron, según la memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en total 1.826 denuncias, de las que 1.732 víctimas eran españolas y 117, mujeres extranjeras; y se dictaron 406 órdenes de protección. Además, se dictaron 75 sentencias, de las que 44 fueron condenatorias y 31, absolutorias.