Culminada la jornada de constitución de los ayuntamientos, el PSOE, aunque ha perdido la joya de la corona, la capital, ha conseguido mantener su hegemonía en la provincia con 42 alcaldías -dos menos de las que alcanzó en el año 2015-, lo que representa el 54,5% de los municipios cordobeses. Gobierna, además, en cuatro de los grandes ayuntamientos (Lucena, Puente Genil, Palma del Río y Montilla), si bien solo en este último lo hace con mayoría absoluta.

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Sin embargo, el Partido Popular ha sentado a sus alcaldes en los sillones no solo de Córdoba, sino también de Priego, Cabra, Pozoblanco y Baena. Y en estos casos, salvo en Baena, donde Cristina Piernagorda solo gobernará dos años según el pacto alcanzado con Ciudadanos, los regidores han conseguido una mayoría absoluta que mejora los resultados de la anterior convocatoria.

Los populares dirigirán de ahora en adelante los destinos de 14 pueblos, entre ellos uno que hasta ahora parecía casi inalcanzable, La Rambla, donde Jorge Jiménez, tras iniciar la semana con las esperanzas perdidas confiado en un pacto seguro entre IU y PSOE, juró ayer su cargo de alcalde como candidato de la lista más votada el pasado 26 de mayo.

Por su parte, Izquierda Unida mantiene el mismo número de alcaldías que consiguió en el año 2015 (12), aunque estas cambian de sitio. Tras el disgusto de perder Castro del Río, al menos les queda el orgullo de haber recuperado Aguilar de la Frontera tras muchos años y de la mano de quien ya fuera su alcaldesa, Carmen Flores, y también Doña Mencía, que hasta ayer estuvo en manos del PSOE.

Finalmente, grupos independientes se han hecho con ocho ayuntamientos de la provincia, entre los que destacan los dos nuevos municipios, La Guijarrosa y Fuente Carreteros, que continúan en manos de quienes promovieron su segregación.