Les dejamos una ciudad mucho mejor que la que nosotros recibimos». De esa manera concluía la alcaldesa saliente, Isabel Ambrosio (PSOE), la parte de su intervención en la que hizo balance de sus cuatro años de mandato (en el que gobernó con IU y contó con el apoyo de Ganemos) y en la que recordó algunos de los logros conseguidos. En un discurso en el que se le notaba la serenidad de quien ha gobernado durante cuatro años, Ambrosio anunció que su grupo hará una oposición «leal, rigurosa y constructiva, como la que nos hubiera gustado encontrar en ustedes y, lamentablemente, no hemos tenido». De esa forma daba un tirón de orejas al grupo municipal del PP del mandato recién terminado, que lideró el ahora alcalde, José María Bellido (PP). En sus palabras también hubo reproches hacia la Corporación municipal que la precedió, la del mandato 2011-2015, que presidió José Antonio Nieto (PP). «Hoy entregamos al nuevo alcalde una Córdoba más justa, más solidaria, más igualitaria y más respetuosa con el medio ambiente que la que recibimos aquel 13 de junio del 2015». Dejando esa vista atrás y mirando al futuro, Ambrosio exigió al nuevo equipo de gobierno que «haga lo mismo dentro de cuatro años» y le dejen una Córdoba mejor.

La concejala socialista ha garantizado que el nuevo equipo de gobierno no encontrará en su bancada «el ‘no por el no’, ni el ‘cuanto peor para la ciudad, mejor para mi partido’», sino todo lo contrario, ya que «nos tendrán a su lado en todos aquellos asuntos que sean beneficiosos para Córdoba y que supongan mejorar las condiciones de vida de su ciudadanía». A pesar de la colaboración prometida, su oposición será «vigilante para que los asuntos que están a punto de cerrarse se lleven a término». Pero, sobre todo, dejó claro que será «inflexible» contra «los intentos de vuelta al pasado» que, «sin duda, sus socios de la ultraderecha intentarán imponer a su gobierno». «No consentiremos un paso atrás en los derechos y libertades de la ciudadanía», advirtió, garantizando inflexibilidad ante «cualquier atisbo de sepultar la memoria de quienes dieron sus vidas y haciendas por defender las libertades y la democracia». No consentirá, por tanto, «discriminación alguna» por «orientación sexual, raza o credo», ni que se retroceda en la «igualdad» o «en participación ciudadana».

En el balance que hizo, la líder del grupo socialista subrayó que ha descendido el paro un 20%, registrándose 10.000 desempleados menos; se ha pasado de 21.000 a 21.500 empresas; y se han creado 500 autónomos. De unas «cuentas intervenidas por el Ministerio de Hacienda» y de una deuda de 185 millones hace cuatro años, se ha pasado, según destacó, a «unas cuentas saneadas» y a una deuda que ha mermado en 97 millones, lo que significa que ha bajado del 75% al 63%. Ambrosio recordó que, cuando llegó, «las empresas públicas estaban al borde del cierre y la privatización» y, ahora, en cambio, «siguen siendo propiedad de las cordobesas y cordobeses y son perfectamente viables». Es más, incidió en que, a pesar de los pronósticos de ingobernabilidad, su equipo ha aprobado cuatro presupuestos.

Entre los logros que mencionó están el tren de cercanías entre Alcolea y Villarrubia, «que debe terminar por vertebrar la provincia» llegando a Villa del Río y Palma, y recordó que el convenio para abaratar tarifas ha quedado solo a falta de la firma. También dijo que, «por fin, se ha cerrado el eterno tema de la propiedad de Caballerizas», que, «en cuestión de semanas», pasa a ser «propiedad municipal». Además, valoró el acuerdo alcanzado en materia de logística o el trabajo realizado para que los colegios tengan un plan de climatización. Ambrosio concluyó su discurso «reiterando nuestra lealtad».