El Reina Sofía aprecia un auge de alérgicos graves al olivo, cuyo diagnóstico se produce cuando se encuentran en una fase muy avanzada. En estos casos, la alergia no responde a tratamientos convencionales y «muchos han perdido el tren de la vacunación». «Este grupo de alérgicos al polen de olivo más complejos pueden representar entre un 6% y un 7% del total, pero puede seguir creciendo la cifra», destacó Carmen Moreno. Las alergias a pólenes se registran todo el año en Córdoba. En invierno al ciprés, después en primavera viene la del plátano de sombra, más la del olivo y gramíneas, y en verano persisten las de gramíneas y plantago. Y en otoño la parietaria y la casuarina.