¿Qué barrios están afectados?

Las zonas más afectadas por el área inundable (retorno de 500) son la Sureste, Sur, Centro, Levante y Poniente Sur, según el estudio realizado por al arquitecto cruzando datos del Catastro, CHG y Junta (DERA). Dentro de ellas, el Sector Sur, la Fuensanta, Fray Albino y El Arcángel son las que más viviendas afectadas tienen. Después le siguen el Santuario, Cañero, polígono del Guadalquivir, El Arenal, La Ribera y el Campo de la Verdad-Miraflores. Dentro de la zona de flujo preferente, destacan los barrios de Fray Albino, Sector Sur, zona de El Arcángel, Santuario y El Arenal. También hay en Campo de la Verdad-Miraflores y Fuensanta.

¿Qué porcentaje de viviendas hay?

A través del estudio realizado por el arquitecto José Carlos Rico se puede concluir que el 24% de las viviendas del término municipal están incluidas en alguna de las dos zonas que necesitan informes de CHG y en las que, en caso de obra o nueva construcción, hay que tomar medidas para impedir que el agua alcance el edificio, para no dejar que entre y, si lo hace, para limitar el daño. Sumando las 10.563 de la zona de flujo preferente más las 25.569 la cifra resultante es de 36.132 de las 149.592 totales que hay. No en todas la incidencia de una inundación es la misma por la altura. Las medidas que hay que tomar se aplican tanto en zonas urbanas como en rurales pero varían.

¿Qué no está permitido?

En suelo urbano y en flujo preferente no se autorizan centros sanitarios, escolares o deportivos, residencias, cárceles, parques de bomberos o instalaciones de protección civil, excepto que no haya otra ubicación y estén diseñados con condiciones de seguridad. En ningún caso se permiten centros comerciales. En cuanto a la zona inundable, está permitido todo pero con condiciones de seguridad. Para rehabilitación, cambios de uso en los sótanos y garajes y nuevas edificaciones residenciales, en flujo preferente, la parte destinada a vivienda debe estar a una cota que no se vea afectada por una inundación a 500 años, y en inundable, tomar medidas.

¿Qué trabas se encuentran?

Los arquitectos consultados lamentan la incertidumbre y echan en falta información para aplicar la nueva norma. Una de las trabas en la construcción de una nueva vivienda o en el cambio de uso de un local a vivienda es que la planta baja no puede tener destino residencial. Los arquitectos se sienten desamparados al deber justificar la actuación en base a una guía técnica y esperar que los técnicos, que aún no saben qué respuesta dar, le den el visto bueno. Hay quien propone permitir el uso residencial en planta baja y abandonar la vivienda cuando haya aviso de riesgo. No entienden que se condene un uso que permite el PGOU vigente.