Urbanizar el Cordel de Écija es una de las asignaturas pendientes de la ciudad. Desde la década pasada, este espacio ubicado junto al río Guadalquivir y entre los puentes de San Rafael y de Andalucía, ha permanecido en el olvido, pero desde hace tiempo se está gestando un proyecto para reactivarlo. Según ha podido saber este periódico, un inversor privado, el Grupo Lar, está interesado en construir un barrio peatonal en el Cordel de Écija. Urbanizar la totalidad de ese barrio con todas las edificaciones incluidas costará cerca de 500 millones de euros, aunque la inversión prevista en una primera fase puede ser de cerca de 200. Ese nuevo barrio contará con cerca de 2.000 viviendas, equipamientos que están por definir, un puente para unir las dos orillas en un punto estratégico y una zona planificada como centro comercial abierto.

El plan consiste en urbanizar cuatro sectores, los planes especiales de reforma interior del Cordel de Écija norte (Peri SS-10), centro (Peri SS-9) y sur (Peri SS-8) más el plan parcial denominado S-1. que está pegado al puente de Andalucía. El ámbito ocupa kilómetro y medio y se repartirá entre un 50% para residencial, un 25% para equipamientos y servicios y otro 25% para comercio. Las previsiones son generar más de 4.000 puestos de trabajo estable en un barrio sostenible (el concepto que se aplica es el de ecobarrio) configurado en supermanzanas que favorecen el tránsito peatonal y que son posibles por la cercanía de la avenida de Cádiz. Según ha podido saber este periódico, en el proyecto tiene gran peso el aspecto social y la integración de la zona sur con el resto de la ciudad, a la que pretende completar buscando el equilibrio entre ambas.

Como elementos peculiares el Cordel de Écija va a contar con uno de los dos puentes previstos en el PGOU en ese ámbito, el que enlazará esa orilla con la zona del Jardín Botánico y que permitirá acceder a la Isla de las Esculturas, ese espacio que se ha tratado de poner en valor en distintas ocasiones sin éxito. El proyecto prevé que ese puente sea peatonal, al igual que el Puente Romano, y que se convierta en un mirador de la ciudad.

El concepto comercial que se baraja no es el de una gran superficie propiamente dicha, sino el de un espacio inspirado en calles del centro como Cruz Conde, Gondomar o Concepción o en lugares como Marrakech, la galería Vittorio Emanuele de Milán o el Gran Bazar de Estambul. La parte comercial y de ocio, en la que tendrá cabida la restauración, será la más cercana a los dos edificios que hay construidos y a toda la fachada de inmuebles que dan a la avenida de Cádiz, cuyo entorno mejorará. La idea de los promotores es que la zona que mira al río sea un parque fluvial de unos 200 metros junto al espacio comercial y de ocio.

En el proyecto se lleva trabajando mucho tiempo y con la máxima discreción, pero a partir del otoño pasado se han intensificado las reuniones para tratar de sacarlo adelante y conseguir el mayor consenso posible. Los arquitectos Pedro García del Barrio y Rafael de la Hoz son los artífices de la iniciativa, que diseñaron, buscando inversores para desarrollarla con la idea de cubrir las carencias que tiene la parte sur de la ciudad, que sigue de espaldas al resto. La idea gustó al Grupo Lar, que, según las fuentes consultadas, está dispuesto a sacarla adelante y cuenta con financiación para ponerla en marcha cuanto antes. Los planes son urbanizar el Cordel por fases.

El equipo de gobierno (PSOE e IU) conoce desde hace tiempo la iniciativa, que se ha ido concretando y que también se ha expuesto a la oposición con el objetivo de que se convierta en un proyecto de ciudad y en una oportunidad para dar vida al espacio que hay entre la avenida de Cádiz y el río. En una de las reuniones celebradas hasta ahora el proyecto fue expuesto también al Consejo del Movimiento Ciudadano y al consejo de distrito Sur. También ha habido encuentros con la Federación Comercio Córdoba para exponer el concepto de espacio comercial que se baraja.

El secretismo en el que ha estado inmerso el proyecto es tal que nadie se ha atrevido a pronunciarse abiertamente sobre el mismo. Por la información que ha podido recabar este periódico, el PSOE ve con buenos ojos la iniciativa y es partidario de que se convierta en un proyecto de ciudad, que, sin embargo, a su socio de gobierno, IU, no acaba de convencer y percibe con más recelo. En principio, y según las fuentes consultadas, el proyecto ha agradado a las personas a las que se le ha presentado, aunque hay quien mantiene escepticismo hasta que se concrete mucho más. Para impulsarlo, hace falta un convenio urbanístico entre el inversor y el Ayuntamiento y una innovación de PGOU.