Un capítulo importante del estudio es el del análisis del entorno socioeconómico en el que la Universidad de Córdoba desarrolla su trabajo y cómo afecta a sus resultados. Y aquí parece que está el mayor escollo, el único punto negativo en un informe tremendamente positivo para la institución académica cordobesa, que, sin embargo, supera también con creces un entorno adverso en cuanto a características educativas, socioeconómicas y laborales, y logra crecer en todos los aspectos. El análisis de la demanda de estudios universitarios constata que la UCO «ha resistido mejor que las universidades andaluzas y el promedio de las españolas la confluencia de distintos factores negativos del entorno, como la caída de la población en la cohorte de edad de cursar estudios, las caídas en las tasas de matriculación y la pérdida de un curso en la transformación de licenciaturas y diplomaturas a grados tras la reforma de Bolonia».

Así, desde el curso 2009-10 hasta el 2016-17, la matrícula de estudiantes de grado ha crecido un 4%, «una anomalía cuando se compara con el sistema andaluz y español en los que las cifras son 5 puntos inferiores». En este aspecto, el estudio señala que este hecho «cabe atribuirlo a una gestión activa y acertada de las políticas de atracción por parte de la institución». De hecho, un 30% de su alumnado proviene de fuera de la provincia, algo que se incrementa hasta el 36% en cuanto a estudiantes de máster, e incluso en los Erasmus, que han pasado de 537 a 804 en el periodo de referencia.

La evolución en cuanto a la actividad investigadora también ha sido positiva en la UCO, ya que su producción científica (número de publicaciones) ha crecido un 77,8% desde el 2006 y, en términos per cápita (publicaciones por profesor) el crecimiento ha alcanzado el 79,1%. De hecho, la capacidad investigadora media del profesorado de la UCO está por encima de la media del resto de universidades públicas presenciales españolas. La UCO representa el 10,5% de la producción científica y 8,2% del importe de los contratos de I+D de las universidades andaluzas. Este es su gran valor, en el que destaca en todos los indicadores, lo mismo que en transferencia de resultados. El análisis del entorno muestra «unas características relativamente desfavorables respecto al conjunto nacional y especialmente respecto a las comunidades más avanzadas», debido a contar con sectores de poca intensidad tecnológica y mucho sector primario. Pese a todo, señala el estudio que «las competencias adquiridas por los egresados de la Universidad de Córdoba son valoradas por el mercado de trabajo y proporcionan un grado de empleabilidad elevado». Las mayores dificultades de inserción laboral las experimentan los egresados de la rama de Humanidades y, a mayor distancia, de Ciencias Sociales y Jurídica y Experimentales.