El Patio de Los Naranjos abre sus puertas a la noche, a la vida. «Es el patio de los vecinos de la zona», afirma Montse, una guía turística que, paraguas en mano, aguarda al interés de algunos de los cientos de turistas que caminan entre la historia de Córdoba. El nuevo acuerdo suscrito entre Ayuntamiento y Cabildo el pasado 17 de agosto busca fomentar las visitas audiovisuales nocturnas al monumento. Para ello, el Patio de Los Naranjos abrirá más horas. En concreto, desde la apertura del complejo hasta el inicio de los pases nocturnos, siempre que las actividades religiosas lo permitan. «Me parece muy positivo, porque le damos al barrio un poco de vida», continúa la guía cuando las preguntas de los visitantes conceden una tregua. Rafael, compañero de oficio, suscribe estas palabras, porque «el espectáculo nocturno gusta». «Todo lo que fomente la cultura y el turismo me parece extraordinario», afirma Víctor, técnico de radio guías.

El sol no cesa, pero entre naranjos el vaivén de turistas se convierte en la rutina de agosto. «Este mes está siendo mejor que julio, que ha sido muy malo. Aunque quieran vender que ha habido mucho turismo. Mentira. Turismo barato, que es lo que no necesita Córdoba», señala firmemente Rafael. Por otra parte, entre radios y cintas, Víctor apunta que «se está notando el aumento de demanda en la segunda quincena. En julio, la verdad es que no ha habido trabajo». Para equilibrar la balanza, Montse rebaja los elogios que agosto está recogiendo. «Siempre tiende a subir en estas fechas. Pero es un turismo de paso y no deja mucho dinero. No es tampoco para tirar cohetes», indica. Para ella, tampoco suenan cohetes por el nombramiento de Medina Azahara como Patrimonio Mundial. «La gente no pregunta mucho por el complejo», señala. Aunque Víctor y Rafael piensan lo contrario: «Sí que ha aumentado la afluencia de gente. Aquí (en la Mezquita) preguntan bastante, especialmente por el autobús». A pesar de ello, Montse, desde su experiencia, si tuviera que medir el atractivo que suscita Medina Azahara y la Mezquita Catedral, esta última «ganaría rotundamente».