¿Cómo era el parque empresarial Viasur? El arquitecto Luis García de Viguera lo conoce bien, al igual que su hermano, el ingeniero Antonio García de Viguera, ya que han trabajado en el mismo desde un principio. El arquitecto se remonta al origen de una operación que fue «beneficiosa para el sector público», que se quedaba casi con todo el suelo y «pagaba con terrenos ya urbanizados a los propietarios». La idea era «hacer el centro logístico de Córdoba apoyado en la autovía». El camino no fue fácil. «El esfuerzo desde el arranque hasta donde llegamos fue terrible», recuerda, ya que «hemos tenido que hacer de todo, la innovación del PGOU, el plan parcial, el proyecto de urbanización, y nos hemos puesto de acuerdo con todos». Hicieron falta «cinco años para aprobar el proyecto de urbanización» -en febrero del 2010- que permite las obras. Solo falta la aprobación del proyecto de reparcelación, elaborado pero parado con la crisis.

García de Viguera cuenta que «EPSA trajo a un especialista en temas de comercialización de suelo» y se llegó a elaborar un video que se mostró en ferias nacionales e internacionales. El video exhibe las bondades de Córdoba por su situación geográfica y por su sistema de comunicaciones. El parque empresarial Viasur estaba incluido en el Programa de Suelos Productivos de Andalucía (Prospa), destinado a impulsar parques tecnológicos, industriales y empresariales. La proyección explica que Viasur contaba con una inversión de 73,9 millones para la urbanización del suelo. El parque empresarial estaba dotado de 2 millones de metros cuadrados de suelo y necesitaba una inversión global de más de 400 millones de euros que lo convertirían en «uno de los proyectos más ambiciosos que se han realizado para el desarrollo productivo y económico de Córdoba», señala la grabación. Su destino eran pequeñas, medianas y grandes empresas, que iban a contar con unas «instalaciones seguras, modernas y altamente cualificadas».

El parque tendría zonas verdes, más de 13.000 plazas de aparcamiento, grandes avenidas, equipamientos (deportivos, comerciales y sociales), una red viaria interna de gran capacidad y se iba a convertir «en uno de los parques empresariales de referencia en Andalucía», según el vídeo, que alude a parcelas de uso industrial de entre 1.000 y 20.000 metros y de comercial de 75.000 a 170.000 destinadas a sectores diversos. Todo el recinto estaría dotado de las últimas tecnologías.

García de Viguera asegura que incluso hubo «un gerente solo para el parque». La idea era «dar cabida a todo el que se quiera venir en cualquiera de las circunstancias posibles», excepto las industrias que por su peligrosidad deben estar fuera del casco urbano. El arquitecto explica que se llegó a hablar con Ikea y Carrefour para desarrollar un parque comercial. Es más, estaba prevista hasta la ampliación del polígono con otros 2 millones de metros más de suelo. Había zonas de servicios, de actividades logísticas, para medianas y grandes industrias y para actividades auxiliares. La memoria del plan parcial, que cifra el presupuesto en 76,3 millones, alude a la necesidad de contemplar un espacio logístico para grandes operadores con parcelas de hasta 120.000 metros cuadrados.

En la elaboración del plan el estudio García de Viguera incluyó unas normas urbanísticas «novedosas» que con el paso del tiempo iban cambiando con la idea de «dar cabida a todas las empresas que se quisieran colocar allí». El espíritu era «dar respuesta a todas las empresas que pudieran desear implantarse para que no haya ninguna que se vaya de Córdoba». «Nos recorrimos Andalucía viendo cosas parecidas», afirma, y «hemos estado en todas partes para sacar esto adelante», por lo que «es una pena» y «alguien tendría que darle una solución».

El 2009 fue el año que se barajó para iniciar las obras, que debían estar acabadas en el 2011.Desde entonces han pasado siete años. Sin embargo, la crisis truncó los planes, igual que ocurrió con el parque logístico, Rabanales 21 y el polígono industrial de la carretera de Palma, que corrieron mejor suerte porque están ejecutados, pero con poco más de un tercio de ocupación ahora. Otro polígono, el logístico de El Álamo, de iniciativa privada, tampoco ha salido adelante.