La ausencia de equipamientos para la celebración de congresos en la ciudad de Córdoba desde el año 2015 está generando, además de pérdidas económicas, bastante impaciencia en el mundo empresarial relacionado con esta actividad, que reclama constantemente que Córdoba se active en esta materia, pues se está viendo cómo la ciudad pierde puestos en el ranking del sector en beneficio de otros lugares que son competidores directos.

Esta es una de las ideas principales que ayer se pusieron sobre la mesa en la quinta sesión de la actualización de los temas abordados en el Foro 75 Ideas para Córdoba, promovido por Diario CÓRDOBA, con la colaboración de la Fundación Cajasol. En la mesa de seguimiento previa a esta sesión participaron Eulalio Fernández, director de la cátedra Córdoba, ciudad mundo; Blanca Torrent, directora general de Aceitunas Torrent; Desiderio Vaquerizo, catedrático de Arqueología; Dolores Baena, directora del Museo Arqueólogico, y Vicente Serrano, presidente de la Asociación de Empresas Organizadoras de Congresos. En el debate de ayer tomaron parte el propio Serrano, además de Emilio Aumente, responsable de Presidencia del Ayuntamiento; el portavoz municipal del PP, José María Bellido, y el delegado de Economía de la Junta, Manuel Carmona.

Vicente Serrano fue el más crítico en esta materia, al abordar el asunto desde el punto de vista empresarial y los 20 años que, a su juicio, lleva Córdoba de retraso en cuanto a equipamientos acordes para que este negocio se desarrolle en buenas condiciones. Entrando en datos, dijo que en el año 2017 se han perdido unos 20 millones por los eventos que se han dejado de celebrar.

Por su parte, Manuel Carmona, delegado de la Economía e Industria de la Junta, anunció que el Palacio de Congresos de la calle Torrijos acogerá su primer evento en octubre, lo que supondrá una nueva etapa para la ciudad, pues ofrecerá una de las ofertas más competitivas de España, con un recinto en plena zona Patrimonio de la Humanidad. En el caso del Centro de Convenciones, Emilio Aumente recordó que la conclusión del recinto del Parque Joyero está pendiente de poder liquidar todo el procedimiento de rescisión de contrato con la constructora y poder licitar la obra de nuevo, para que se acabe el 48% que queda por ejecutar, algo que, apuntó, no es achacable al Ayuntamiento.

Aun así, todas las partes presentes en el debate, incluido el portavoz del PP en el Ayuntamiento, José María Bellido, apostaron por mirar hacia el futuro, de modo que con el consenso de todas las partes implicadas se pueda proyectar de nuevo la ciudad hacia el exterior como un lugar perfecto para la realización de convenciones y eventos. Para ello, dijo Bellido que «hay capacidad y magníficos profesionales que están esperando que las administraciones culminemos los procesos iniciados para que puedan trabajar». A juicio de los integrantes de la mesa, la ciudad podría estar a pleno rendimiento en materia congresual en el año 2020.

Acerca de la gestión de estos dos centros, la fórmula escogida es distinta, pues mientras que en el Palacio de Congresos se ha optado por una concesión a una empresa privada, en el Centro de Convenciones la solución buscada es la gestión directa del Ayuntamiento.

Se hizo un llamamiento por parte de la patronal para que se trabaje con tiempo en la captación y programación de eventos, algo para lo que Vicente Serrano reclamó la recuperación de la actividad del Córdoba Convention Bureau, como único ente cualificado para desarrollar esta actividad, algo que, a juicio de Serrano, se ha difuminado con la creación del Instituto de Turismo.

Si esta unión de voluntades entre estamentos públicos y privados se hace realidad y se implican también los agentes sociales, Córdoba podrá recuperar en unos años los puestos perdidos y su capacidad de recepción de congresos de 1.000 o 2.000 personas, según apostilló Vicente Serrano, quien se mostró convencido de que, si todo esto se consigue, «el futuro es nuestro», porque además, según José María Bellido, «hay ganas en España de volver a Córdoba».