Córdoba no era ajena días anteriores del 8-M de ese runrún, a esas miles de conversaciones en todos los ámbitos (privados y públicos, en medios de comunicación, el trabajo o en la familia) sobre la huelga convocada para el Día Internacional de la Mujer. Un ruido de fondo social que hacía presagiar que el 8-M del 2018 se viviría en España, y en Córdoba con ella, como uno de esos días históricos, una de esas jornadas llamadas a marcar un antes y un después, en este caso, en esa larguísima lucha por la igualdad.

Y así fue. La jornada tuvo su prólogo con la concentración y los actos realizados en Las Tendillas a partir de las 11.30 de la noche, en los que la lluvia no restó ánimo ni afluencia a una concentración que, para abrir fuego, convocó la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia a las Mujeres.

En esa cita nocturna se leyó el primero de los muchos manifiestos que se darían a conocer ayer, todos ellos a la vez similares, al señalar las muchas y obvias situaciones de desigualdad que existen, y de la misma forma, todos cargados de matices distintos.

Así, en los jardines de Colón, pasado ya el mediodía, Yulaica Vargas, coordinadora de la Plataforma Nosotras Decidimos Córdoba, leyó un emotivo, aplaudido y hasta coreado manifiesto. Después llegarían mujeres periodistas de medios de comunicación y gabinetes de prensa cordobeses. Las compañeras de tareas informativas no se quedaron atrás y denunciaron la brecha salarial, ese techo de cristal que les impide promocionar, la precariedad laboral, la dificultad para conciliar su vida familiar, el ninguneo en los foros de debate o tertulias de los medios de comunicación y hasta el acoso sexual y laboral en ocasiones, todo ello, por si fuera poco, en detrimento de la calidad informativa y de su responsabilidad social como periodistas.

Aunque sí es verdad que hubo un manifiesto por duplicado: el de la marcha oficial del día, también convocada por la plataforma Nosotras Decidimos. Por cierto, una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en Córdoba en lo que va de siglo, si no la más. «Habíamos quedado en el puesto de caracoles pero, ya ves... aquí hay miles», decía antes de partir la marcha una mujer sorprendida por la afluencia masiva. Solo un dato: la cabecera de la manifestación iba entrando en Cruz Conde y muchas no habían salido aún de los Jardines de la Agricultura. Más de 10.000 manifestantes, según calculaba entonces la Policía Local. 15.000 al final según esas fuentes. Que no dejan de ser cifras impresionantes, como las de la Junta, que cuantificó los paros parciales en Andalucía en un 47%, un 63% en el sector público según CCOO o que el Ayuntamiento cifrara en un 30% el paro parcial entre sus trabajadores.

Pero cifras aparte, casi más impresionaba ese sensible descenso del tráfico por la mañana o que en algunos supermercados se asegurase que se apreciaba un descenso en las compras, sin hablar de esas otras decenas actos programados o espontáneos en la ciudad donde la lucha de las mujeres se hizo visible. Hay que citar la la concentración masiva al mediodía frente a la Diputación en donde terminaron asistiendo más de dos mil mujeres pese a la lluvia inicial. «Un día para la Historia», quizá fue la frase más usada ayer. Pero claro... la Historia no es cuestión de días. La historia es algo que se hace. Y ayer las mujeres hicieron Historia en Córdoba.