El Ayuntamiento de Córdoba ha constituido un grupo de trabajo de las áreas de Turismo, Urbanismo y Vivienda para tratar de frenar la gentrificación del casco histórico, o lo que es lo mismo, el desplazamiento de la población tradicional a otras zonas de la ciudad, entre otras causas, por el elevado precio de los alquileres motivado por la proliferación de apartamentos de uso exclusivamente turístico. Sin embargo, la intención del equipo de gobierno «no es demonizar los alojamientos, sino regularlos», explica el gerente de Urbanismo, Emilio García, que recuerda que el despoblamiento de la Judería es anterior a la aparición de este fenómeno y del boom turístico.

«El Ayuntamiento va a luchar contra la gentrificación, en lo que nos permitan nuestras competencias, para que el casco sea habitable, vivible, por y para los cordobeses. La filosofía es que se conviva con el turismo, pero que esta actividad económica no sea un monocultivo que acabe desplazando a las clases que tradicionalmente han vivido en esta zona», afirma Pedro García, primer teniente alcalde de Córdoba.

Para acometer esta labor, en la que obviamente concurren muchas administraciones, se partirá de un análisis de la situación; se estudiarán las conclusiones que está elaborando la FEMP y las medidas que están aplicando otras ciudades con problemas más exacerbados en esta materia, como Barcelona, Madrid, Málaga o Ibiza, y se definirá una estrategia a medio plazo. De este modo, la idea es, por un lado, mejorar la vida en el casco; y por otro, ordenar la oferta de apartamentos turísticos. Para el primer objetivo se observan, por ejemplo, medidas concretas para el impulso de la rehabilitación de viviendas, desde agilizar trámites administrativos, hasta promover desgravaciones de tipo económico o aumentar las ayudas de Vimcorsa. Además, el Ayuntamiento tiene pendiente desde hace años mejorar los equipamientos sociales de esta zona (ahí sigue aún el solar del cine Andalucía por poner un ejemplo) y elaborar un registro de casas y solares ruinosos para poder exigir a sus propietarios un mantenimiento adecuado de los mismos.

En cuanto al segundo objetivo, el relativo a la regulación de los apartamentos, se baraja limitar ciertas zonas que ya están muy saturadas de alojamientos turísticos, como la Judería o la Axerquía Norte; revertir el uso turístico de los inmuebles en residencial. Con esta medida se pretende «preventivamente», llegado el ocaso del boom turístico en la ciudad, que estos apartamentos puedan ser habitables y tener de nuevo uso residencial.

Ganemos pidió precisamente ayer conocer los proyectos de alojamientos turísticos desde su fase inicial, antes de que pidan licencia, para «poder conocer cuál es la dimensión de la burbuja turísitca que se está generando en nuestra ciudad, evaluar la velocidad del proceso y la urgencia de las decisiones», señaló ayer el coportavoz del grupo Rafa Blázquez. «Creemos que en Córdoba aún estamos a tiempo de poder regular todo este fenómeno, no como ocurre ya en otras ciudades como Madrid, Málaga, Barcelona, Ibiza o Mallorca», añadió. La concejala Vicky López cree que «nuestro casco histórico está en venta» y que «si no lo remediamos, acabará convertido en un parque temático».