Dulcenombre Rodríguez García (Belalcázar, Córdoba) es cofundadora de la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia a las Mujeres y ha concedido una entrevista a este diario, en la Facultad de Medicina y Enfermería, unos días antes de la jornada internacional que conmemora la causa de este colectivo. Los alumnos la esperan para una actividad de concienciación y, sobre esta labor, explica que «nos hemos encontrado en un instituto a una chica que tenía orden de alejamiento, ¿no cree que es muy triste?». En esta línea, comenta que «es importante transmitir mensajes igualitarios y que los chicos y los hombres sepan lo que es el feminismo», que define como «igualdad, paz, justicia social, ecologismo». Esta activista se muestra convencida de que «habiendo hombres feministas, existirá la igualdad y se erradicará la violencia».

-En el 2017 la plataforma celebra su vigésimo aniversario, ¿se han logrado muchos avances?

-Hace 20 años salir a la calle era difícil. No había la conciencia social que hay en estos momentos. Nos llamaban locas. Se ha avanzado, piense que no existía la Ley integral Contra la violencia de Género, ahora la tenemos. Hay muchísima más concienciación, más recursos para las víctimas, medidas para prevenir, otra cosa es que no haya presupuesto. Hay avances, pero también hay que reflexionar. Si en lo que va de año hay 76 mujeres asesinadas, siete niños, las mujeres siguen siendo víctimas de violencia, aún siguen sufriendo la invisibilidad, teniendo trabajos a tiempo parcial, no tienen el mismo sueldo en la misma responsabilidad, si existe el techo de cristal, nos queda mucho por avanzar.

-En su plataforma registran el número de mujeres asesinadas desde 1999, cuando fueron 58, y este año se cuentan ya 76. ¿La sociedad no ha conseguido frenar este problema?

-Es un auténtico terrorismo el que estamos sufriendo las mujeres. Nadie se atreve a decir que no lucha contra la violencia, pero, realmente, ¿qué mecanismos se están poniendo? Tenemos que cambiar el chip y ponerle nombres y apellidos a los agresores, para que sean rechazados por la sociedad. No hay que justificar bajo ningún concepto la violencia que estamos sufriendo las mujeres, se sigue justificando.

-Al hilo del juicio que se sigue por la presunta violación a una mujer en San Fermín, han manifestado su repulsa hacia una Justicia que entienden que es patriarcal.

-Es totalmente patriarcal. Aquí quiero hablar en mi nombre. Tenemos una Ley integral Contra la Violencia de Género y en el articulado pone que tienen que tener cursos de formación las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la judicatura, los enseñantes, la rama sanitaria. Un curso de formación no es dar un curso de un día o dos. La judicatura tiene que conocer por qué nos maltratan. Si no se va a la raíz, estamos cayendo en un error, y la raíz es que no hay igualdad entre hombres y mujeres.

-Afirma que los argumentos de las sentencias están siendo patriarcales.

-Totalmente. Los colectivos de mujeres conseguimos que se sacara del ámbito privado al público la violencia machista. Cuando se cierra la puerta de un hogar, nadie sabe lo que pasa dentro. Es muy triste que las víctimas tengan que seguir demostrando que están siendo maltratadas, que una joven violada por la manada tenga que pasar lo que está pasando, que se le haya puesto un investigador. ¿Tenemos que seguir en nuestras casas escondidas llorando? Me parece injusto que eso se acepte a trámite y que no se acepte que esos machos tenían unos whatsapp donde habían sido grabadas, donde había habido otra violación. Yo sí la creo.

-Advierten de muchas formas de violencia hacia la mujer sobre las que todavía no hay concienciación, ¿en el acto de hoy intentará transmitir a los jóvenes esta idea?

-Tanto la ley integral como el pacto de Estado tienen dos ramas, una proteger a la víctima y la otra, la prevención. Siempre decimos que el pilar fundamental para erradicar la violencia es la educación. Nosotras nos hemos encontrado, no solo en la facultad, nos hemos encontrado en un instituto de Córdoba, en segundo de Bachiller, a una chica que tenía orden de alejamiento, ¿no cree que es muy triste? Por eso el recorrido por institutos, colegios y facultades es muy necesario, para ir viendo esas otras violencias que estamos sufriendo las mujeres y que no se ven. No somos un colectivo, somos el 52%. Un mundo donde el 52% está siendo violada, invisibilizada, insultada, maltratada, agredida y asesinada no avanza.

-¿La lucha contra la violencia a las mujeres sigue teniendo rostro de mujer?

-Están viniendo cada día más jóvenes y más hombres. Las mujeres no violamos, no asesinamos, no maltratamos, no menospreciamos, no insultamos. El problema real es de los hombres, por lo tanto, aquellos que estén en desacuerdo tienen que estar con nosotras. Hay que hacer también un canto a la esperanza, porque cada día hay más hombres que están en contra de ese machismo y hombres feministas. Necesitamos muchos hombres feministas y en esta ciudad puedo decir muchos nombres. Habiendo hombres feministas existirá la igualdad y se erradicará la violencia.