La presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a seguir liderando el PSOE-A, Susana Díaz, ha exhibido su visión de país para marcar contraste con la plurinacionalidad que defiende el secretario general de su partido, Pedro Sánchez.

«Las personas por delante de los territorios; somos socialistas, nunca fuimos nacionalistas», han sido las palabras con las que Díaz ha condensado en Sevilla el proyecto nacional que desea y que defiende. Lo ha hecho en la inauguración del 13º congreso de los socialistas andaluces.

No ha sido baladí el contexto elegido por Díaz para mostrar a grandes rasgos su visión de España. Este congreso es la primera demostración de fuerza orgánica que protagoniza la presidenta andaluza tras caer derrotada en las primarias frente a Sánchez hace dos meses.

Sus palabras, en plena intensificación del conflicto por el proceso independentista de Cataluña y cuando el PSOE oscila a la plurinacionalidad como remedio, han servido para colocar el debate territorial en la primera línea de la renovación que este fin de semana emprenden los socialistas en seis federaciones.

Además de la de Andalucía se reordenan las direcciones de Cantabria, Extremadura, La Rioja, Navarra y Comunidad Valenciana.

Si el viernes los ojos de los medios de comunicación y de los dirigentes del PSOE miraron a Elche (Alicante), adonde Sánchez fue arropar a Ximo Puig, uno de los barones que más se distanció del secretario general, ayer la atención viajó a Sevilla, adonde, por cierto, irá hoy el propio Sánchez.

La ponencia de los socialistas andaluces no se adhiere precisamente a la plurinacionalidad que propugna el secretario general, sino que Díaz ha marcado distancias, además de reivindicar la historia del PSOE.

«Estamos orgullosos de lo que hemos sido y de lo que somos», ha proclamado en un congreso en el que no hay atisbos de división interna: de los 500 delegados asistentes, apenas una treintena se identifican con el sanchismo.

Más allá de la defensa de las esencias del PSOE (a la inauguración han acudido los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como Alfonso Guerra), la presidenta ha mostrado retazos de lo que es su visión de España y de lo que Andalucía aporta.

SOBERANÍA / Ha asegurado que cuando su comunidad «levanta la bandera de la igualdad, lo hace pensando en España y en la soberanía nacional».

La federación socialista más numerosa ha advertido de que no renunciará a ser una comunidad «de primera» y que seguirá «agarrada al palo mayor» del 28 de febrero de 1980, cuando Andalucía conquistó en referéndum la autonomía plena.

«Una Andalucía fuerte y de primera en una España cohesionada y solidaria que avance hacia un modelo federal» es lo que se defiende en el dictamen sobre modelo territorial de la ponencia marco, que ha sido ratificado sin ningún voto en contra y cinco abstenciones.

El cónclave ha rechazado una enmienda de los sanchistas que planteaba la supresión de la expresión «de primera», con el argumento de que eliminarla sería «negar la victoria histórica del pueblo andaluz, una victoria irrenunciable».

También se ha vuelto a rechazar la enmienda de los sanchistas en la que se defiende un modelo de Estado plurinacional, al considerar que es una cuestión que corresponde al ámbito federal y así fue decidido en el 39 Congreso.

Además, se pide la derogación de la reforma local y se reclama una Ley de Autonomía y de Financiación Local, así como que se siga reconociendo el papel de las diputaciones provinciales aunque tengan que «modernizarse».

Los sanchistas también han visto rechazada otra enmienda para que los candidatos de los próximos congresos provinciales puedan competir en las primarias con solo un 3% de avales, ya que la comisión que ha abordado este asunto lo ha impedido acogiéndose a una disposición transitoria de la ponencia marco del 39 Congreso Federal, que permite regirse por los estatutos del 38 Congreso, que sitúan la petición de avales en el 20%.