José Luis Baena se levantaba «todos los días cansado», a pesar de que él nunca ha sido de mucho dormir. Sin embargo, este cordobés de 66 años desconocía hasta hace poco que padecía una apnea del sueño (el trastorno respiratorio más frecuente durante el sueño), y que debido a la misma se despertaba hasta 3 o 4 veces en la noche por culpa de los ronquidos o porque su mujer le avisaba de que no estaba respirando, ya que uno de las características de este problema de salud son las frecuentes paradas respiratorias durante el descanso nocturno.

El médico de familia de José Luis lo derivó a la Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño del hospital Reina Sofía y desde junio del 2014 este paciente está usando una CPAP (empleo de presión positiva continua sobre la vía respiratoria) que le ayuda a dormir sin esas paradas respiratorias que se prolongaban hasta 30 y 40 segundos. Las consecuencias de esas interrupciones respiratorias son un mayor riesgo de padecer un ictus o de sufrir un accidente de tráfico (por la somnolencia al volante).

Baena reconoce que le costó al principio adaptarse a este dispositivo, que utiliza en la modalidad de terapia de ventilación. La CPAP expulsa sobre él aire que entra por sus fosas nasales y le ayuda a respirar de forma adecuada. Poco a poco se acostumbró, porque el ruido que emite la CPAP no le molesta, y gracias a esta tecnología, José Luis ya no ronca y duerme del tirón, lo que le ayuda a descansar mejor.

Este avance también ha beneficiado a su mujer, Carmen Arjona, que duerme a su lado y estaba siempre alerta por si José Luis dejaba de respirar mientras dormía. Dos de los factores que influyen en la aparición de la apnea del sueño son ser fumador o el sobrepeso u obesidad, aunque José Luis Baena no ha fumado nunca.

Este cordobés pasó este miércoles revisión en la Unidad del Sueño. En el Reina Sofía comprobaron, mediante el análisis del funcionamiento de la CPAP, que en los últimos seis meses el funcionamiento de este dispositivo, que es aportado de forma gratuita por la sanidad pública, está siendo el adecuado para las necesidades que requiere este afectado por su apnea del sueño. «Duermo con la máquina desde hace casi 3 años todas las noches y me la llevo también si voy de vacaciones o de viaje», añade este cordobés.

Baena anima a otras personas, que puedan estar sufriendo problemas respiratorios similares a los suyos y que les afecten al sueño, a que consulten con su médico de famlia para que los derive a la Unidad del Sueño del Reina Sofía, donde sabrán precisar si presenta algún trastorno que altere su descanso nocturno.