Al panorama poco halagüeño que tienen los organizadores de congresos por el cierre del Palacio de Congresos de la Junta, se unen las escasas perspectivas de tener listo para la fecha prevista el centro de convenciones del Parque Joyero del Ayuntamiento. La reforma del antiguo pabellón de Cajasur para su transformación en centro de exposiciones, ferias y convenciones debe estar terminada el 21 de febrero, que es el último plazo concedido por el Ayuntamiento en septiembre. Sin embargo, a solo veinte días de distancia de esa fecha, poco más de la mitad de la reforma está ejecutada y aún queda por delante el 47% de la misma, por lo que, por mucha prisa que se dé la adjudicataria, es imposible terminar a tiempo.

Cuando llegue el 21 de febrero, el Ayuntamiento tendrá que tomar una nueva decisión sobre esta obra, iniciada en marzo del 2015 por el anterior equipo de gobierno del PP, que debía haber estado acabada a final de julio del 2016, por lo que lleva ya un retraso de seis meses. Mientras eso ocurre, el Ayuntamiento sigue tramitando la última modificación del proyecto solicitada por la adjudicataria por valor de unos 400.000 euros, después de que fuera rechazada otra anterior por un millón de euros.

El centro de convenciones es una obra que se espera desde el 2012, año en el que el anterior alcalde, José Antonio Nieto (PP), anunció que no construiría un centro de congresos en Miraflores, que es donde estaba planificado desde principios de la década pasada, y optaba por irse al Parque Joyero, donde rehabilitaría el antiguo pabellón de Cajasur. Casi tres años tardaron en llegar las obras, que empezaron en marzo del 2015 con un plazo de 16 meses y un presupuesto de 10,5 millones. El verano pasado, el Ayuntamiento concedió a la adjudicataria, UCOP, una prórroga de tres meses y medio, que acabó el 21 de noviembre, momento en el que otorgó otro aplazamiento más, de tres meses.

El proyecto cuenta con una ayuda de la Diputación de 1,5 millones prorrogada en dos ocasiones, y de otra de 3 millones del Ministerio de Hacienda, de los que se han perdido 700.000 euros al no haber justificado las actuaciones programadas en el 2015.

El camino recorrido no ha sido fácil. La adjudicataria solicitó en marzo una modificación del proyecto por un millón de euros que fue rechazada. También pidió la suspensión parcial y total de la obra, desestimada por el Ayuntamiento, que le exigió que continúe y cumpla con el plan de acción previsto desde el principio. El último paso oficial dado por el Ayuntamiento se produjo en enero, cuando desestimó un recurso presentado por UCOP contra la denegación de la modificación del proyecto. Entonces, el Ayuntamiento ya avisó de que si UCOP no cumplía con el plan previsto, acudiría a las penalizaciones.

De momento, empresarios y sindicatos no se plantean repetir en el Ayuntamiento la acción dirigida ayer a la Junta. El presidente de CECO, Antonio Díaz, asegura que la situación del centro de convenciones es distinta y confía «en que en un plazo más corto que largo sea una realidad».